Capítulo 10


Capítulo 10



Cuando llegamos a la comisaría, muchos policías y personas nos aplaudieron.
Otros solo se acercaron para interrogarnos sobre lo ocurrido.
Un hombre de rostro extraño nos entregó unos cupones de viaje gratis con
comida y hospedaje en Paris. Él nos comentó que Miber había asesinado a su hija
hace dos años atrás al descubrir que no era la “Brigitte” que estababuscando.
La verdad es que no sé si ponerme feliz por la atención y lo generoso que fue
con nosotros, o si asustarme y correr lejos.
Este hombre perdió a su hija, Miber la asesinó. Y él ahora me está
agradeciendo con unas vacaciones gratis por haber atrapado al delincuente.

—¿Estás segura de que Miber no te hizo nada? —Me preguntó Bill guardando
algunas prendas de ropa ensu maleta. Yo solo miré para todos lados viendo si
Heiden se encontraba cerca. No quería que escuchara lo que iba a decir.

—Mira Bill, te voy a contar todo. En realidad, no me hizo nada malo. Pero
creo que si planeaba hacerme algo—Le dije sentándome en el sofá lo cual él me
imitó.

—¿Qué? ¿Qué te hizo ese descarado? —preguntó molesto.

—Tranquilo, nada malo. Me tratóbastante bien que digamos. No me golpeó en
ningún momento, pero si me dejó atada por un largo tiempo en una silla porque yo
trataba de huir. Cuando subí a la habitación, me siguió y me miró de reojo. Me dijo
que me parecía mucho a mi madre y luego se acercó demasiado. Le dije que se
alejara y obedeció. Luego me trajo ropa y me duché lo más normal. A la noche, me
dijo que lacena ya estaba lista y comí sushi. ¿Por lo menos me alimentó, no?
Cuando volví a subir a mi habitación, bueno, eso. Nada malo en realidad. Me dijo
que jamás había imaginado que iba a ser similar a mi madre.

—¡Viejo de mierda!

—Gracias a Dios, llegaste vos y Heiden —agregué, aliviada—. No lo sé…
¿Cómo hicieron para encontrarme? —Le pregunté curiosa.

—¿Te acordás deesa vez cuando estábamos en el campo abandonado y yo me
abalancé hacia él para pegarle? —Me preguntó Bill.

—Si —Le respondí.

—Bueno, resulta que le apliqué un chip GPS en su nuca. Menos mal que el
comisario me dio eso. Sino no sé qué hubiera pasado.

—¿Un chip GPS? ¿Eh? ¿Y cómo hiciste eso?

—Tengo mis habilidades…—sonrió pícaro.

—¿Te das cuenta? ¿Qué sería de mí si no tetendría? —sonreí. Mi mano
derecha acarició su mejilla dulcemente.
—Todo el tiempo me pregunto qué sería de mí si no te tendría…

Mi risa de chancho salió de repente.

—Ay Bill, me hacés poner colorada…

—Ya con esto, no voy a dejar que nadie más te toque. Ni que se te acerque—
siguió con lo suyo, totalmente serio.

—¿Y qué pensás hacer ahora en Paris? —Le pregunté mirándolo a los ojos…—Estar con vos ¿Qué otra cosa podría hacer?

—Y bueno, no sé… ¿Conocer París? —Reí.

—Conocer París con vos. —Sus manos rodearon lentamente mi cintura. Sentí
su calor y eso me incendió.

—Y con Heiden…—acoté, nerviosa por su acercamiento.

—¿Que yo qué? —Preguntó la niña, caminando hacia nosotros.

—Nada. —Contesté enseguida. Pude notar que Bill se alejó de mí… Eso no
me hizo sentirdel todo bien, me hubiera gustado besarlo, acariciarlo… pero ¿Por
qué nos escondemos de una niña?

—Britt, ¿Me ayudás con la ropa de mi equipaje? Es que no sé qué llevar…—
comentó la niña inocentemente.

—¿Y por qué tu hermano no te ayuda? —Le pregunté intencionalmente.

—¡No! ¡Él es un chico! ¡No quiero que vea mi ropa de princesita! —Exclamó
Irritada

Bill y yo reímos.

Cuando lapequeña volvió hacia su habitación para seguir empacando, Bill me
tomó de la mano y le doy un pequeño beso en la mejilla.

—Voy a ayudar a tu hermana.

—Bien—sonrió—. Brigitte—Me dijo antes de que yo suba por las escaleras.

—¿Si? —Le respondí.

—Te quiero —mi corazón explotó.


Durante la preparación de los bolsos, me volví loca. Heiden no se decidía con
sus vestidos, y Bill insistía...