Cap Tulo 12

Capítulo 12
Padre nuestro, que estás inactivo
Los hombres se han esforzado desde hace tiempo en dar a sus hijos “una vida mejor que la que
yo he tenido”.
Con ese propósito en vista, crean fondos fiduciarios y fondos escolares; además, mueven los
hilos detrás de la escena, para conseguir empleos para sus hijos; así les van preparando el
camino de la mejor manera posible.
Sin embargo, en unaperspectiva de largo alcance, los logros materiales suelen resultar de poco
valor. En realidad, no hay nada tan valioso para los hijos que pueda superar al valor que tiene
para ellos el ejemplo de sus padres. El niño tiene mayor necesidad de un padre que de un ángel
protector. El niño ya viene al mundo equipado con un ángel guardián que lo acompaña, y esto
como parte integrante de una provisióngeneral. El hecho de tener un padre cabal debería ser
también un rasgo común y no una opción de lujo.
Lo más importante que un padre puede hacer en favor de sus hijos es amar a la madre que
tienen.
Estoy lejos de haber sido el padre perfecto. Desearía haber grabado mejor la pista donde se
registró mi actuación. Sin embargo, cuando me decidí a que mi esposa Nancy fuera mi real
coheredera, cuando me decidía apreciarla en lugar de depreciarla, el ejercicio de mi paternidad
se convirtió en un esfuerzo menos gravoso.
La paternidad sigue siendo todavía el tipo de arte más importante de la vida.
Mi hijo Paúl es en la actualidad uno de los productores cristianos de televisión que marcha a la
vanguardia. Pero el día que rompió la puerta a puntapiés los dos pudimos haber llegado a ser
perdedores.
Encambio, ese fue el día que aprendimos lo que era el valor.
La vida y la muerte están al alcance de nuestra decisión.
Mi hija Lois cursó la carrera de abogacía y alcanzó la meta con honores. Ahora se desempeña
como abogada sustituta de distrito en la zona de Orange, California. Pero hubo un día en que el
futuro de Lois giraba como una bisagra sobre mi disposición o no a tomar la decisión correcta.Durante cinco años yo había sido el presidente de una organización denominacional laica, en la
que tenía bajo mi responsabilidad y liderazgo cinco mil hombres y cuatro mil jóvenes. El
trabajo me exigía viajar en forma constante, estar muchas veces ausente de casa, y utilizar
mucho de mi tiempo ministrando en ciudades que quedaban “de paso” al hacer los viajes.
Una vez Nancy me dio la bienvenida a casacon una expresión tensa en el rostro. Parecía que
Lois se estaba deslizando poco a poco de su camino. Siempre había sido una chica popular en
extremo y tenía una vida social intensa. Pero en ese momento estaba permitiendo que la presión
de sus pares la alcanzara y afectara sus actitudes y comportamiento. Se estaba involucrando con
amigos que no se adherían a los mismos principios de vida cristianaque nosotros habíamos
sustentado en el hogar.
Consideré mi trabajo. Me gustaba mucho. Era muy afecto a los viajes por todo el país y a los
compromisos para hablar en público.
Sin embargo, mi hija estaba necesitando a su padre.
En ese entonces yo no sabía lo que sé ahora: que la sociedad actual está sufriendo por causa de
padres ausentes.
Nancy y yo estuvimos de acuerdo en que sería mejor que mequedara en casa en forma más
estable. Entonces decidí renunciar a mi tarea y aceptar el pastorado de una iglesia cercana y me
propuse asemejarme más a un padre de tiempo completo.
Esa decisión tenía que ver con la calidad. Y fue la decisión correcta.
En la actualidad Lois es una mujer cristiana casada y madre de un hermoso bebé, y además una
abogada de mucho éxito.
Joann, mi hija menor, esmisionera en Japón, donde enseña inglés y Biblia. Se graduó en la
Universidad con la máxima calificación, y poco después aceptó la voluntad de Dios para su vida
para servirle en el Japón.
Nancy y yo damos gracias a Dios por nuestros hijos y por lo que ellos son en el presente. Yo
desearía atribuirles el mérito a ellos, pero realmente debo dárselo al Señor, a su madre y a los
amigos.
Amigos.
Uno de ellos...