CAP TULO XXIX
Don Quijote y Sancho Panza llegaron al río Ebro y a don Quijote le da un gran gusto porque esas vistas renuevan en sumemoria amorosos pensamientos.
De repente don Quijote vio un barco pequeño sin remos atado a un árbol, el cual dice que le está llamando para que vaya hacia él. Don Quijote miró hacia todas partes paraver si había alguien, pero no vio a nadie, fue entonces cuando cogió a Rocinante y mando a Sancho tomar a su burro y atar a las dos bestias en el tronco del árbol.
El protagonista idealiza otra de sushistorietas, basándose en que ese barco estaba allí esperando a que don Quijote llegara para partir con éste y salvar a algún caballero que necesitaba ayuda.
Una vez atados los dos animales suben albarco, cortan el cordel que sujetaba al barco y se inicia la aventura. Se iban alejando poco a poco, y dejando atrás a Rocinante, que intentaba escapar para ir tras ellos, y al asno, que rebuznabadesconsolado. Tras esto, Sancho empieza a llorar y su señor le pregunta que por que llora, y le explica que con el barco llegaran a la línea del ecuador y que así no tendrán que ir andando. Sancho lepone en duda el cómo sabrá don Quijote cuando han llegado a dicha línea y don Quijote le responde que, cuando mueran sus piojos, será cuando hayan sobrepasado el ecuador. Sancho delante de lapersonalidad tan imaginativa de su señor se lo vuelve a poner en duda con una mentalidad más realista, ya que él sigue viendo a lo lejos a las dos bestias que habían dejado atadas al tronco de un árbol, ycomprueba que el barco se mueve a paso de hormiga.
Después de la contradicción de Sancho a su señor, los dos personajes descubren unas grandes aceñas, don Quijote dijo al verlas: <<… ¿Ves? Allí,¡OH amigo!, se descubre la ciudad, castillo o fortaleza donde debe de estar algún caballero oprimido, o alguna cosa reina, infanta o princesa malparada, para cuyo socorro soy aquí traído. >> . Sancho de nuevo...
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