Capitalism for the long term

La crisis cerca del sistema financiero y la subsiguiente Gran Recesión han sido, y seguirán siendo, la cuestión de la definición de la actual generación de ejecutivos. Ahora que lo peor parece haber quedado atrás, es la tentación de sentir profundo alivio y un fuerte deseo de regresar a la comodidad de los negocios como de costumbre. Pero eso no es una opción. En los últimos tres años ya hemosvisto una aceleración dramática en el cambiante equilibrio de poder entre el Occidente desarrollado y los países emergentes del este, un aumento de la política populista y tensiones sociales en varios países, y las tensiones significativas en los sistemas de gobernanza mundial. Como las consecuencias de la crisis continúa, es probable que veamos un aumento rivalidades geopolíticas, nuevos retos dela seguridad internacional y el aumento de las tensiones del comercio, la migración, y la competencia por los recursos. Para los líderes de negocios, sin embargo, el resultado de mayores consecuencias de la crisis es el reto para el propio capitalismo.
Ese desafío no sólo surgen a raíz de la Gran Recesión. Recordemos que la confianza en los negocios alcanzó niveles históricamente bajos hace másde una década. Pero la crisis y el aumento de antagonismo público se desató han exacerbado las fricciones entre las empresas y la sociedad. En la parte superior de la ansiedad acerca de los problemas persistentes como la creciente desigualdad de ingresos, que ahora enfrentamos la ira comprensible sobre el alto desempleo, el déficit presupuestario en espiral, y una serie de otros temas. Losgobiernos se sienten presionados para llegar a cada vez más profundamente en el interior de las empresas para ejercer el control y prevenir otro evento del sistema trascendental.
Mi objetivo aquí no es ofrecer una nueva evaluación de las acciones que las autoridades han adoptado o van a tener en su intento de ayudar a reanudar el crecimiento global. La audiencia Quiero participar es mis compañeroslíderes empresariales. Después de todo, gran parte de lo que salió mal antes y después de la crisis provenía de fallas de gobierno, toma de decisiones y el liderazgo dentro de las empresas. Estas son las fallas que podemos y debemos dirigirnos.
En un esfuerzo continuo que comenzó hace 18 meses, me he reunido con más de 400 líderes empresariales y gubernamentales de todo el mundo. Esas conversaciones hanreforzado mi fuerte sensación de que, a pesar de una cierta cantidad de frustración a cada lado, los dos grupos comparten la creencia de que el capitalismo ha sido y puede seguir siendo el mayor motor de la prosperidad jamás concebido-y que tendremos que ser en la parte superior de la creación de empleo, juego de generación de riqueza en los próximos años. Al mismo tiempo, existe una crecientepreocupación de que si las cuestiones fundamentales aparecidos en la crisis siguen sin tratar, y el sistema vuelve a fallar, el contrato social entre el sistema capitalista y la ciudadanía pueden realmente romper, con resultados imprevisibles, pero gravemente perjudicial.
Lo más importante, el diálogo ha aclarado para mí la naturaleza de la profunda reforma que creo negocio debe llevar-nada menosque un cambio de lo que yo llamo capitalismo trimestral a lo que podría ser denominado como el capitalismo a largo plazo. (Para una definición aproximada de "largo plazo", piensa en el tiempo que se requiere para invertir y construir un nuevo negocio rentable, que la investigación de McKinsey sugiere por lo menos cinco a siete años.) Este cambio no es sólo persistentemente pensar y actuar con unanueva generación de opinión-aunque eso es una parte fundamental de la misma. Se trata de volver a cablear las formas fundamentales que gobernamos, administrar y empresas líderes. Se trata también de cambiar nuestra forma de ver el valor de la empresa y su papel en la sociedad.
Hay tres elementos esenciales del cambio. En primer lugar, los negocios y las finanzas deben echar por la borda su...