capitalismo










Cuentos De la Vida Real


PECADORA POR AMOR
Ángel Fuenmayor Bolívar
(El Poeta Campesino)


En el año 1950, siendo yo un joven de 19 años, analfabeta y pendejo, empecé a trabajar como obrero agrícola o peón de campo, con un modesto conuquero y honesto padre de familia, quien además de sembrar frutos menores, atendía también una pequeña molienda de caña donde seproducía papelón y otros derivados. Es esta área fue donde conseguí colocación, ya como arreador de bueyes, ya como prensero, cargador y demás etcéteras, con un salario mínimo diario de Bs. 1,50 (tres reales), y dos comidas: desayuno y almuerzo. Aclaro lo siguiente: en el contrato laboral y oral estaba muy personalmente establecido que no tenía derecho a Cesta Ticket ni a prestaciones sociales deningún tipo. Por lo demás, todo bien, porque no teníamos un horario determinado de trabajo. Empezábamos a moler a las 5am., y podíamos terminar la labor a las 8pm. Apenas unas 16 horas diarias de trabajo. Esto no sucedía sino nomás de lunes a domingo, y no era motivo para efectuar “paros”. Antes por el contrario, mientras más pasábamos las horas juntos, más nos uníamos, porque nos acostumbramos alcompañerismo obrerista o peonista.
Hoy a la distancia de 62 años, pienso y reflexiono: ¡Cuán grato y hermoso es ser ignorante!, por la sola razón de que se vive por vivir. Porque la vida se hizo para vivirla, y si ignoramos lo bueno que nos da, evitando lo malo, sin conocer lo que pudo haber sido y no fue.
El dueño de esta haciendita y su mujer tenían un nombre en común: Don Juan yDoña Juana. Él un hombre fuerte e incansable en el trabajo. Horado, honesto y humilde, de 40 años de edad, y un poco feo. Ella blanca, alta, delgada, nariz afilada, elegante busto, ojos negros azulados, labios de cundeamor, anhelantes por culpa de una sonrisa hecha para la conquista de poseer todo lo que ella quisiera obtener, y con la emotiva edad de 25 años, con solo 10 del disfrute del amor.Doña Juana desde el día en que empecé mis labores como peón en su predio campesino, se encaprichó en averiguar mi existencia, mi vida privada, que por cierto de privada nada tenía; ningún arcano se adentraba en mí. A medida que avanzaba en su secreta y callada investigación, ya conociendo, según los estudios realizados, que yo, a excepción de niguas, lombrices y catarros, no habíasufrido otros desgastes mi joven cuerpo, y menos desgaste sexual ni de mal de orina, por tanto mantenía intacta mi virginidad, como un inocente ángel, la cual aún se mantenía en mí por razones inherentes a mi condición humilde y honestidad de pendejo.
Una vez que Doña Juna estuvo segura que en mí había “un algo” inédito y no descubierto y menos aprovechado por ninguna otra fémina, afincó susesfuerzos por conquistar aquella prenda de tanto valor. Hubo veces que los ataques eran tan profundos y objetivos, que los demás se daban cuenta del acoso que me hacía. Mientras tanto yo sufría la pena ajena, y ella, para adelante. Este acoso continuó y yo cubierto con el manto de la humildad, no queriendo perjudicar a nadie y menos el hogar de mi patrón, opté por renunciar a mi trabajo, peroDon Juan conociendo mi capacidad y responsabilidad cotidiana, se negó rotundamente a aceptarla. Antes por el contrario, me ofreció un aumento de Bs. 0,25 diario, con lo cual aumentaba mi salario a Bs. 1,75. No sé si esto fue por voluntad de Don Juan o por pedimento u orden de Doña Juana. Lo que si supe que a los pocos días después, sin saber ni cómo, caía en las dulces redes de los brazos,besos y caricias, que me condujeron a un desconocido Olimpo: después supe por los poetas que eso era el Monte Venus. Lo cierto es que yo, semiobligado, subí a dicho monte donde ella se posesionó de mí y de la virginidad que en mí había.
Dice un viejo refrán que “Pueblo chiquito, infierno grande”. Más o menos esto sucedió con mis antiguos patrones, en mi recordado caserío La Vigía, donde...