Capitan Montoya

El Capitán Montoya
Inicio: El Capitán Montoya y su Criado Ginés cabalgan por los campos de un olivar, una noche oscura cuando llegan hasta una cruz levantada en ese lugar. Escuchan el teñido de una campana y el capitán Montoya le pide a su criado que lo espere ahí, mientras él se dirige a una iglesia de la que procede música, El capitán ingresa al templo y sucede lo que vas a leer:
Seencontraba el capitán parado frente a la iglesia y verdaderamente no sabe lo que está pasando dentro y mucho menos sabe lo que ve. Todo el templo se encuentra de luto, con lúgubre terciopelo, mucha gente sufriendo la perdida y en medio del altar un féretro alzado. Véanse en el paño del sepulcro, entrelazados los adornos del escudo, y, a la luz de los candelabros, un muerto en su sepulcro. Monjes lerezan en coro, melancólicos funerales, y le alumbran con criales uniformes de oro.
Las personas que están presentes y que la tumba rodea, de modo que no pueda verse, se observa que de noble viste. Y parece que al bajar el que ha finado su nicho memoria tuvo capricho de opulencia que dejar.
Y al mismo tiempo su alma las oraciones consume mientras que la resina aromática su alma despide. Músicatriste le aduerme, el canto lurgico le santifican y los utensilios para el agua bendita lo purifican, el cuerpo que yace inerme.
Mas aquellos precisos rezos llevan una planta de maldiciones. A veces son solo sus compases hondos, malvados y horripilantes los que murmuran negras e incógnitas frases. Mientras que en son ronco y grave se hacen escuchar otras voces y entonces aquellas suplicas calan hastalos huesos del miedo. Otros semejantes aullidos desesperados y lamentos salidos del infierno se hacen oír. Siempre siendo los mismos cantos que versículos de los rezos conjuran en nombre de dios contra el mal.
Atónito de aquella horrible escena que encuentra a tan deshora y le asombra se acerca a Don Cesar con un paso muy lento y silencioso y le pregunta
-¿Quién es el muerto, sabéis, a quienrezando están? -Al Capitán Montoya ¿Le conocéis?
Se aleja de don Cesar y su mundo queda aún más extrañado, Volviéndose a la espalda del mismo se dice -Aquel me ha conocido y burlarse de mí él ha querido más luego veré quien es.
Siguió caminado hacia adelante del templo yvio un sepulcro preparar entre otros varios que estaban vacíos y a un personaje que hallo de luto y que parecía que el trabajo dedicaba el capitán se acercó -¿Para quién abre el sepulcro? El hombre enlutado le contesto - Para el capitán Montoya
Siendo la misma respuestade Don Cesar vuelve entre risas y furor. Mirándolo de arriba hacia abajo no le conocía hasta que por segunda vez lo miro pero fue en vano.
No recordó ni siquiera haberle mirado a la cara ni imagino que la hallara tan repugnante jamás y encontrase en ella tanta repugnancia que por no mirarla de nuevo dejo caviloso el puesto.
Fuese a otro punto diciendo “”Ese hombre estremece” de aquel sepulcroparece acababan de saca. Uno a otro comenzó a contemplar todos los que veía, más a nadie le conocía de lo confundido que estaba, todos tenían las caras descoloridas y secas. De repente llega un noble varón que oraba con un cirio y en la rodilla apoya diciendo
-¿Quién es el muerto? Y muy quedo contesto el otro -Montoya.
Montoya estaba cansado de que no le respondieran su duda pues pensabaque todos trataban de jugarle una broma así que decidió averiguarlo por sí mismo, estaba dispuesto a ver al muerto para descubrir de qué se trataba y sin más que pensar túmulo y para su sorpresa se encuentra él dentro de la sepultura. Se miraba y remiraba, no comprendía la situación, una vez ya concentrado de nuevo miró y dijo: -Cielo Santo ¿Y quién soy yo?
Miraba y miraba aquella horrible...