Capitulo 1

“Adultos en crisis: jóvenes a la deriva.”
Capítulo primero: Adultos del Siglo XIX. Los muchachos y las chicas de entonces.


Hombres y mujeres del mañana.

Los adultos clásicos, incluida la generación de nuestros padres, heredaron la educación del siglo XIX, que mantenía un modo de vida centrado en un único adulto: el hombre. Modo de vida que venía desde el comienzo de los tiempos, por lo que ,para muchos, era considerado natural. El hombre mayor de edad gozaba de tres derechos esenciales que lo convertían en dueño de su vida: al voto, a la posesión de los bienes y a la patria potestad de los hijos. Era el heredero del pater familias romano, mientras que la mujer que lo acompañaba, sin importar la edad que tuviera, quedaba ubicada in loco filiae (en lugar de la hija mayor). A cargo desu marido y sus hijos en cuanto a cubrir sus necesidades y satisfacer sus deseos, pero incapaz de tener un lugar en el espacio público, de administrar sus propios bienes, de tomar decisiones importantes.
En este contexto que especificamos, la autoridad del hombre era considerablemente mayor ya que también lo era su experiencia de vida en el espacio público, mientras que la mujer sólo sedesarrollaba en el espacio privado y se le reconocía alguna autoridad dentro de él. En cuanto el poder, el basado en el dinero lo centralizaba en el hombre y delegaba una pequeña cuota en forma de una suma para gastos cotidianos o menores. Además, el hombre tenía el poder para ejercer los castigos sobre sus hijos; tomaban las decisiones importantes, imponían pautas de vida, eran a quienes se le apelabapara los grandes castigos y los pocos premios.
En cambio, la madre no tenía ese tipo de poder que el hombre podía poseer. Ellas colaboraban activamente a mantener y acrecentar la autoridad del padre dentro de la familia, autoridad que le servía de respaldo.
Estos hombres y mujeres fueron educados en un sistema notablemente estructurado y muy homogéneo: era un sistema organizado verticalmente, enel tope del cual estaba el adulto, el hombre adulto. Él era el modelo social, modelo al que todos querrían imitar. Todo niño fue educado para ser un buen adulto.
Niños y jóvenes fueron consiguiendo lentamente al pasar de los años, algún reconocimiento de sus derechos. Hasta entonces, un hijo era concebido como un bien de la familia que debía trabajar en la casa o afuera para contribuir albienestar de todos y compensar los gastos que ocasionaba. En la etapa de la adolescencia, a la cual entraban los varones y mucho después las mujeres, permitiría un período no sólo de formación en instituciones educativas, sino de experimentación de la propia autonomía y la consecuente búsqueda de una identidad definida por uno/a mismo/a.

Una tipología de la vejez

La ruptura de la educación tradicionalfue tan fuerte, tan liberadora, tan llena de expectativas, que llevó a los psicólogos de los años 50 y 60 a considerarla esencial en la búsqueda adolescente de la identidad, a preocuparse cuando no aparecía. Al paso de los años, la generación de esos hijos fue cambiando las pautas de vida en el mundo circundante y ese cambio para muchos viejos fue demasiado rápido.
Los términos “obsesivo” e“histérica” se popularizaron como insultos. El respeto que habían guardado por sus padres, sometiéndose a menudo a injusticias, no recaía sobre ellos del mismo modo, sino que aparecían críticas o desprecios, mas o menos encubierto. La divulgación masiva, y no siempre muy cuidadosa, del psicoanálisis los convirtió de la noche a la mañana en los culpables de todos los problemas de sus hijos, sin que sehiciera hincapié en los cambios que la época había producido: eran simplemente culpables.
Reaccionaron de la manera que pudieron. Hubo quienes se atrincheraron en sus viejas formas de vida, intentando crear islas donde seguir viviendo ilusoriamente en un mundo conocido. Hubo quienes pudieron hacer algunas adaptaciones. Hay también quienes parecen haberse excedido en un intento por mantener las...