Capitulo 18
Y asi se fue Miguel, caminando por los corrales una tarde lluviosa de otoño. Era algo asi como 7 u 8 de septiembre, no meacuerdo bien, pero si de algo me acuerdo bien era la hora, eran las 5:07 de la tarde, llovia asi como cuando hay sudestada en la ciudad, y mi amigo tenia 25 cuadras por delante. Empezo a caminar con la mente en blanco, o en negro, o en algun color, nunca supe bien, pero en sus ojos se veian colores, ni emociones, ni canciones, ni algo que alguna vez haya visto, era la mirada de un hombre cuando seda cuenta de que detuvo el tiempo. Lamentablemente uno no puede controlar ni pensar en esto, por la poca probabilidad de que ocurra, pero cada tanto sucede que algun evento inesperado lo provoca, y es un momento mágico, donde uno ve con mucha mas claridad de lo habitual cualquier situación. Juro que esto es posible, y lo descubri aquella tarde gracias a miguel.
Camine junto a el fumando uncigarrillo esas dos cuadras, no quería decirle ni una palabra, no por mi, sino por el, yo sabia lo que se siente, yo también había parado el tiempo, aunque no lo había visto de esa forma. Pasamos por un chino y miguel compro una petaca del whisky mas barato sin emitir un sonido, únicamente indicándole con el dedo al oriental que iba a llevar.
Lo segundie, y termine muy borracho, pero de eso no se trata elrelato. Llegamos a oliden y Emilio castro casi sin darnos cuenta, seguía lloviendo, y ese dia no paro hasta entrada la medianoche, habran sido las 6 cuando llegamos, y aunque parezca mentira, no habíamos cruzado alguna que otra puteada, algun que otro “dame fuego” o un pedido de monedas en el chino para terminar de pagar la botella. Obviamente no había nadie, la lluvia caia en paz, el cielo semostraba con un gris intimidatorio, y la poca gente que había en la calle corria o esperaba el colectivo bajo paraguas o rompevientos. Nos sentamos (o mejor dicho, se sento el, y yo lo imite) como lo hacíamos todos los días que no llovia. A mi nunca me parecio mal estar debajo de la lluvia, no me molestaba, no es que lo disfrute, pero mi sistema inmune funcionaba bien, y no tenia grandesdificultades para secar la ropa cuando llegaba a mi casa, por lo que estar noches debajo de la lluvia se tornaban en extrañas y singulares jornadas.
Ni bien hubo apoyadose en el piso miguel largo una puteada. Yo lo acompañe e insulte, al aire y sin involucrar a nadie.
Que cagada pipa.- Me dijo casi con lagrimas en los ojos.
La verdad que si, ni se que decirte, vos ya sabes que contas con mi familia para loque necesites, ni hace falta que te lo diga.- Pero en ese momento hacia falta decirse todo.
Ya se pipa, ya se… Alguna vez te dije porque te respeto tanto? – Y esto si que me llamo la atención, y era una verdadera sorpresa, Miguel nunca daba motivos, odiaba, amaba, quería, inmortalizaba a piacere, y muchas veces con fundamentos, pero era extraño que los explique, inclusive cuando uno le preguntaba,y estos momentos se daban en momentos de extrema sensibilidad o embriaguez, lo que tampoco se daba muy seguido. Se me ocurrio hacer mención a alguna pelea, o hacer alguna gracia, pero entendí (o crei) que el momento no era el indicado, por lo que cedi.
Me lo puedo imaginar, pero decime…
Vos sos de los mios, y no somos muchos nosotros- Me dijo, tomo, y siguió- Vos desde que yo te conozco que...
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