Capitulo 2

Capitulo 2
El pode de la fe logra resultados poderosos
”Nací para perder”. Esta es la declaración ultranegativa me llamó la atención cuando paseaba por una tortuosa callejuela de Kowloon, en Hong Kong. La vi en el escaparate de un taller de tatuajes. Muy sorprendido, entré en el taller y le pregunte al chino que lo manejaba:
-¿De veras hay alguien que se haga tatuar en el cuerpo Nací paraperder?
-Si, hay algunos –me contestó.
En efecto, el fracaso inicia en la mente cuando uno se hace a la idea de que no sirve para nada. Dígase a sí mismo en términos bien claros: Nací para ganar, porque los ganadores siempre son creyentes.
¿Qué es un creyente? ¿Y creyente en qué?
El que tiene fe en Dios, en la vida, en el futuro, en su cónyuge, en sus hijos, en su trabajo, en su patria, y finalmente ensí mismo. Un individuo que me oyó decir esto me replicó: “ Yo, desde luego, creo en Dios; por eso mismo soy humilde y no creo en mí mismo”. “Pues si no cree en sí mismo, no será mucho lo que cree en Dios, y le cité un letrero que vi una vez en una droguería en Pawling, Nueva York, “Yo creo en mí mismo, porque Dios me hizo y él no hace basura”.
Un gran erudito uno de los hombres más sabios de losEstados Unidos, fue William James, profesor de filosofía, anatomía y psicología. William James se expresa así: “ La fe al comienzo de una empresa dudosa es lo único que puede garantizar el éxito de cualquier actividad”.
¿Qué es lo único que garantiza el éxito?
Principal, es la fe: la fe en que usted mismo puede generar los poderosos resultados a que aspira. Es un hecho que algunos pensadorespositivos logran resultados positivos. William James dijo: “No le tema a la vida: tenga fe en que la vida vale la pena vivirla y su fe contribuirá a crear ese hecho”.
Tengo la convicción, de que los creyentes pueden resolver o aprender a vivir con cuantos problemas se les puedan presentar. El que tiene fe nunca va de rodillas por la vida gimiendo y lamentándose de que la carga es demasiado pesada, porel contrario: mira a la adversidad cara a cara y luego afirma: “Como hijo de Dios, yo soy superior a cuanto me pueda ocurrir”. Fuimos creados para ser grandes, “ Si tuvierais fe como un grano de mostaza… nada os sería imposible” (S. Mateo, 17:20).
Hace poco, andando en Nueva York por la Quinta Avenida con la calle 35. Me encontré con Fred, Fred era un amigo a quien había conocido en Brooklyn unosaños atrás, fue un encuentro afectuoso: “¿Cómo te va?” le pregunté. Debo aclarar que este encuentro ocurría en lo más hondo de la gran depresión de los años treinta, tal vez el período más negro de la historia económica del país. Las fábricas se habían cerrado. Las tiendas vacías en toda la ciudad daban testimonio de las quiebras de los negocios. Tal era la situación cuando me encontré con Fred,él se expresó con su tono alegre de siempre:
-Oh , estoy bien muy bien. No te preocupes por mí. Todas las mañanas vengo a la ciudad y recorro las calles de arriba abajo buscando empleo. Estoy seguro de que en alguna parte en esta gran ciudad tiene que haber un puesto para mí,
-Veo que conservas esa sonrisa de oreja o oreja
-le comenté con admiración.
-¿y por qué no? En alguna parte he leído que senecesitan sesenta y cuatro músculos faciales para hacer mala cara y solamente catorce para sonreír. Entonces, ¿para qué forzar la cara?
Creía que un profundo anhelo de encontrar trabajo encontraría al fin una recompensa satisfactoria. Cite un día poeta John Burroughs, que dijo: “ Lo que es mío me llegará”.
“ A mí me criaron padres creyentes –me dijo, citó luego las antiguas palabras bíblicas:”Mozo fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan” (Sal. 27:25).
Así que yo sigo esperando, creyendo y buscando”. Nos despedimos y me quedé mirándolo mientras se alejaba.
¿Qué ocurrió? Se consiguió un trabajo con un individuo que tenía el talento de inventar cosas, después de mucho luchar y muchos sacrificios, los dos alcanzaron gran éxito. Fred vivió...