Capucinski

UNA MEMORIA DESPLAZADA
El desplazamiento forzado es uno de los fenómenos sociales más famosos de los últimos años en Colombia. Todos saben qué es o por lo menos tienen lamediana noción de qué significa esa categorización en las víctimas del conflicto armado del país pues es desde las publicaciones mediáticas de las grandes cadenasinformativas nacionales es donde se llega a conocer sobre el término. Una guerra del campo, un autismo ciudadano es lo que resignifica el cuestionamiento de las políticas públicas quehan hecho que, los compatriotas vivan la violencia desde la barrera urbana y rural, y erróneamente llegar a pensar que hacer guerra es para campesinos.
Afirmaciones defuncionarios públicos aseguran que, ´los desplazados son vividores del Estado, que se pegaron de eso para coger de fuente de ingreso los recursos públicos´, entre otrasexpresiones, estimulan la dinámica de discriminación ciudadana hacia los campesinos, indígenas y afro-descendientes (población más afectada en el desplazamiento) cuando piden$100.000 pesos mensuales y ellos han perdido más de $200 mil millones.
Sin embargo, la noción de desarraigo es entendida en solo en haberlos apartado a la fuerza de su tierra.El Estado se olvida que tenían una significación social, cultural, económica, religiosa y cree que con crear legislación como la “Ley de Víctimas” ,le devolverán lo que lespertenece. En el país se necesita saldar la deuda académica que gestione el derecho a la tierra, estudios que reconozcan la realidad, investigaciones que actúen de agenteque equilibre la acción pública, no solo en beneficio en subsidio de los ricos, sino que los no son favorecidos también existen y, merecen cobertura, acceso, no clientelismo.