Capítulo III

Páginas: 30 (7344 palabras) Publicado: 20 de septiembre de 2015
Capítulo III
Corriendo a la orilla del acantilado

Vano afán
Dije a mi mano: arranca las ortigas
que junto de la fuente
aprisionan al mirto entre sus ligas.
Y mi mano obediente,
de raíz fue arrancando las ortigas.
Dije a mis ojos: cuando venga el sueño
a llamar esta noche aquí a mi puerta,
rechaza su beleño,
que si hoy quiero soñar, lo haré despierta.
Y en esa hermosa noche, en vez del sueño,
laluna entró por mi ventana abierta.
Dije a mi labio: pajarillo inquieto
que aprendiste ese nombre tan amado,
no lo repitas ya ni aun en secreto.
Y el labio enmudeció y está callado.
Y así de aquesta suerte,
como tan claro mi razón advierte
que al punto voy haciendo
todo lo que me place y voy queriendo.
Dije a mi corazón: olvida, olvida,
que libre de este amor ya quiero verte.
Y entonces ¡ay!, micorazón me dijo:
vano será tu afán, vano y prolijo;
no pretendas luchar, serás vencida,
yo te domino a ti, yo soy el fuerte
mientras vayas errante por la vida,
al yugo de ese amor irás uncida;
si quieres olvidar, dame la muerte
María Enriqueta.

Tal y como la señorita Pony y la hermana María sospechaban, Candy no contaba en sus cartas ni la mitad de todos los horrores que estaba presenciando.
Laguerra en Francia había sido desde el principio una lucha de trincheras. Desde el Sur hasta el Norte del país se habían construido trincheras a lo largo de las fronteras con Luxemburgo, Bélgica y Austria. Tanto Alemania como Francia había luchado ferozmente durante años, la primera intentando ocupar el territorio enemigo, y la última defendiendo sus tierras. A pesar de las sangrientas batallas enlas cuales miles y miles de hombres habían perdido la vida, para 1917 no se habían logrado muchos avances. Ambas partes, los Aliados y la Triple Entente habían mantenido más o menos las mismas posiciones por largo tiempo y las hostilidades no habían cesado desde 1914. Toda esa gran área era conocida como el Frente Occidental, uno de los escenarios más horrendos de la Primera Guerra Mundial.
Losalemanes habían ocupado Bélgica sin ninguna dificultad durante el primer año de la guerra. Desde esa plaza habían tratado de invadir Francia y tomar así control del Mar del Norte. Un punto muy estratégico para una futura invasión al Reino Unido, el más poderoso enemigo que los alemanes tuvieron antes de que los Estados Unidos entraran en la guerra. La región deFlandes, una amplia área entre Francia yBélgica, había sido prácticamente devastada en ese intento invasor. Cuando Candy llegó a París hacia fines del mes de mayo de 1917 una gran campaña estaba a punto de comenzar en Flandes, una vez más.
La plaza en disputa era una ciudad belga de cierta importancia llamada Ypres. De hecho, el
lugar había sido ya peleado en dos otras ocasiones pero los resultados habían sido desastrosos para la causaAliada. En junio, los primeros ataques de las fuerzas británicas tuvieron éxito al ganar Messines, una población clave cerca de Ypres. Entonces los Aliados empezaron un ataque masivo en la zona. A pesar del optimismo generalizado la batalla resultó extremadamente larga y se convirtió en una verdadera tragedia que duró meses.
Se enviaba personal médico desde París y otras grandes ciudades francesasa los hospitales
ambulantes en los campos de batalla del Norte, con el fin de cuidar de miles y miles de heridos en el frente. El dramático procedimiento era más o menos como sigue: las ambulancias y los equipos de primeros auxilios levantaban a los heridos de entre los muertos cuando cesaba el fuego; después se les enviaba a la retaguardia en trenes especialmente acondicionados, hacia verdaderoshospitales en donde los heridos podían recibir completa atención médica. Muchas veces el transporte tomaba días enteros, mientras tanto la gente de los hospitales ambulantes, el cual podía ser una simple tienda o un lugar improvisado en las ruinas de un edificio devastado, tenía que hacerse cargo de los heridos e inclusive realizar cirugía con escasos recursos. Mucha gente moría antes de poder...
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