Caracter Idente De Las Universidades
1. Los religiosos portan su carisma allí donde se encuentren. El documento La vida fraterna en comunidad de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (2 de febrero de 1994, n. 65) afirma que “dondequiera que se encuentre, la perdona que pertenece a un instituto debe ser `portadora de carisma de su familiareligiosa”. Los Jesuitas aportan su carácter jesuita; los salesianos su carácter salesiano; las misioneras y los misioneros identes aportan su carácter idente; esto es, nosotros aportamos la forma de vivir nuestro carisma. “El estilo idente de llevar una universidad es – según afirma Fernando Rielo – el que acompaña a cualquier empresa que acomete nuestra Institución: la santidad personal ycomunitaria”. Este estilo debemos llevarlo allí donde nos corresponda realizar nuestra misión: sea en universidades pontificias, sea en universidades católicas, sea en universidades y centros civiles.
Esta aportación carismática, abierta y comunicativa, es necesaria en orden a la defensa de la universidad de una verdad que – si se busca con honor, se acoge con generosidad, se vive con pasión y seenseña con autoridad moral – puede formar en el ser humano las condiciones de posibilidad para que se dé una auténtica libertad, “la verdad nos hará libres” (Jn 8,32). Pero es este un conocimiento experiencial que afecta a nuestra inteligencia, a nuestra voluntad, a nuestro sentir. Y esto no puede conseguirse sin hallar el auténtico sentido de lo que es aquella libertad que dignifica a la personahumana. Así lo afirma Juan Pablo II en su Constitución Apostólica Ex corde Eclesia, n. 4: «Sin descuidar en modo alguno la adquisición de conocimientos útiles, la Universidad Católica se distingue por su libre búsqueda de toda la verdad acerca de la naturaleza, del hombre y de Dios. Nuestra época, en efecto, tiene necesidad urgente de esta forma de servicio desinteresado que es el de proclamar elsentido de la verdad, valor fundamental sin el cual desaparecen la libertad, la justicia y la dignidad del hombre. La búsqueda no manipulada de la verdad solo puede encontrar su sentido y significado plenos cuando nuestra inteligencia formada por la fe, nuestra voluntad formada por la esperanza y nuestra libertas formada por el amor, se abren al Absoluto y, con el Absoluto divino, al Alterabsolutus, esto es, al otro absoluto místico en que consiste nuestro prójimo.
La investigación, el estudio, la enseñanza, la preparación, el progreso material y los compromisos del hombre no están exentos de encontrarse entre las complejas redes de las ideologías, mentalidades o culturas, y de los entramados de la educación familiar, ambiental y social. Por eso, la instrucción y el dominio del arte, lacultura y de la técnica, deben ir acompañados por la formación religiosa, moral y social del espíritu humano: «Es preciso que el espíritu humano desarrolle la capacidad de admiración, de intuición, de contemplación y llegue a ser capaz de formarse un juicio personal y de cultivar el sentido religioso, moral y social» (Gaudium el spes, n, 59). La formación se hace, pues, necesaria como un derechouniversal, inalienable para todo ser humano. Así lo afirma el documento Gravissimum educationis, n. 1, del Vaticano II: «Todos los hombres de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participante de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación, que la responda al propio fin, al propio carácter; al diferente sexo, y que sea conforme a la cultura y a las tradicionespatrias, y, al mismo tiempo, este abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos a fin de fomentar a la tierra la verdadera unidad y la paz».
2. Tenemos que partir de una premisa general. El ideal de la universidad es caracterizarse por lo que expresa su propia etimología y sentido originario: la universalidad aspira nuestro sentido idente de la catolicidad, pues solo la “catolicidad”...
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