Caracter Sticas De Un Catequista
Si observamos a nuestro alrededor la cantidad de personas que dudan, que se preguntan sobre el sentido
de Dios, de la Iglesia, de su vida, nos daremos cuenta de que para responder a estas y otras preguntas es
menester estar mejor preparado. El aconsejar al que lo necesite es una obra de misericordia espiritual,
implica dar el consejo recto, usar las palabras correctas y guiar hacia Dios a la persona.
Para esto, es necesario estudiar, leer, vivir la Palabra de Dios; ya no es posible dar respuesta a esta
necesidad en la Iglesia sólo con el curso que hiciste hace años o con la reflexión que se te da antes de tu
clase, es necesario que como catequista decidas ser protagonista en la misión de la Iglesia, o
¿Qué harás
cuando alguien te pregunte sobre un tema que no preparaste o estudiaste antes de la catequesis?
¿O de la confusión que se crea al no estar seguro de lo que se dice?
.
La respuesta es formarte apostólica y pastoralmente para saber dar razón de tu esperanza y nunca
desfallecer en ella.
Importancia de la formación de los catequistas
.
El catequista debe ser consciente de que cualquier actividad pastoral que no cuente para su realización con
personas verdaderamente formadas y preparadas, pone en peligro su calidad. Los instrumentos de trabajo
catequísticos no son eficaces si no se utilizan por catequistas bien formados. Dado el papel de
"educadores
en la fe" que tienen, deben motivarse fuertemente a ser, al mismo tiempo: maestros educadores y testigos,
ya que la catequesis
"cumple al mismo tiempo, tareas de iniciación, de educación y de instrucción" (DGC,
31).
Deberán, en efecto, formar al cristiano en el conocimiento del misterio de Cristo, en la vida evangélica, en la oración y en la liturgia, así como en el compromiso evangelizador.
Todo catequista debe preocuparse por:
La preparación y revisión de las sesiones de catequesis
. Para esto, puedes preguntarte ¿Qué quiero
lograr? ¿Qué medios voy a emplear?, ¿Cómo lo quiero lograr?, etc.
La formación práctica, esto es, revisar los objetivos, los contenidos y el mensaje de los temas.
Es importante fomentar los grupos de formación, las reuniones de catequistas, cursos parroquiales, etc.
La formación permanente: ésta supone la formación catequética práctica y, como indica su nombre,
practicada de manera periódica y constante. Reviste muchas modalidades (cursillos, encuentros, estudio
personal…). Mediante ella, se puede ir profundizando, poco a poco, en la formación orgánica y complementarla con aquellos aspectos que no fue posible desarrollar.
El catequista debe abrir su horizonte, debe ser capaz de ver más allá de su ambiente, debe desarrollar su
visión hacia la construcción de una sociedad más humana y fraterna.
Finalidad y naturaleza de la formación
"La catequesis tiene como centro a Cristo, su finalidad es propiciar la comunión con Jesucristo en el
convertido" (Catechesi Tradendae, 5).
Lo que ésta persigue no es otra cosa que lograr que el catequista pueda animar eficazmente a la
comunidad y lograr que:
∙
Anuncie a Jesucristo
∙
Dé a conocer su vida
, enmarcándola en el conjunto de la Historia de la Salvación
∙ Explique su misterio de Hijo de Dios, hecho hombre por nosotros
∙ Ayude finalmente, al catecúmeno y a la comunidad a identificarse con Jesucristo en los sacramentos de
iniciación.
La finalidad última de la formación, por tanto, trata de hacer apto al catequista para realizar un acto de
comunicación, para ser un transmisor, realizando una entrega. Entonces, la formación del catequista trata
de:
●...
Regístrate para leer el documento completo.