Caras y Caretas
La conmoción y el asombro tomaron por asalto al mundo entero, tras conocer elfallecimiento del ex Presidente argentino Néstor Kirchner. Cualquier vía de comunicación fue válida para expresar una sensación de pésame que se dibujó unánime en un país que estaba de duelo.
Más alláde toda ideología política, la noticia convulsionó a toda la Nación. Durante los tres días de duelo existieron quienes optaron por guardar silencio y quienes salieron a entablar fuertes discusionesdefendiendo o atacando al kirchnerismo o a sus integrantes. Una fuerte ola masiva inundó las redes sociales, radios y canales de tv con la sola reproducción de este hecho, volviéndolo tedioso de aratos e interesante a la vez, ya que estábamos viviendo otro episodio fundamental de nuestra historia como Nación.
La muerte no nos hace ni más buenos ni más malos, pero como era de esperar los mediosy la sociedad iban a presentar sus condolencias a la actual Presidente y mujer del ex mandatario. Como es costumbre escuchar ciertos dichos tras la muerte de alguien:”era un buen tipo”, “se ha ido ungrande”, “un prócer” etc., etc. Todas palabras que seguramente ayudan a levantar aunque sea un poco el ánimo a los familiares que están sufriendo la pérdida, pero que días antes no decíamos o nisiquiera se nos cruzaban por la cabeza.
Sinceramente el caretaje es lo que sobra en este país, pero siempre digo: es mejor guardar silencio antes que decir cualquier verdura, y lo que ví y escuché esos...
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