Caratulas
En principio debemos aclarar algunos malos entendidos ventilados por la crítica hecha a la idea, la noción, el concepto y el proyecto civilizatorio del vivir bien. Una de las criticas ha buscado en la filosofía griega antigua, concretamente en Aristóteles, una perspectiva filosófica delvivir bien, contrastando este trabajo teórico con lo poco que se tiene avanzado teóricamente en el planteamiento indígena contemporáneo. [3] Ciertamente hay toda una tradición filosófica desde Aristóteles que trabaja desde la ética las temáticas del vivir y del bien, las experiencias corporales y el gobierno de sí, en la perspectiva de la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, la referencia a laarqueología del vivir bien no se reduce a las fuentes griegas clásica, tampoco a la tradición ética desde entonces hasta ahora, teniendo en cuenta la transformación de la problemática y la historia del pensamiento y la practica en relación, comprendiendo sus rupturas epistemológicas; pues deberíamos abrirnos a la historia del pensamiento anterior a la filosofía griega clásica, así como también laspreocupaciones al respecto de los saberes de otros ámbitos culturales y civilizatorios. En otras palabras, las preocupaciones del pensamiento, de los saberes y religiosos sobre la vida plena nos lleva a un mapa gigantesco de las reflexiones y la praxis de la vida armónica, de la vida plena, y del bien.
También las sociedades nativas de Abya Yala contienen tradiciones de saberes y practicas sobre lavida y su plenitud. A estas tradiciones se las reconoce ahora, se las traduce ahora, como formas propias del vivir bien o el buen vivir, quizás mejor dicho, mejor traducido e interpretado, vida plena. Es pues aleccionador e imprescindible estudiar, comparar y contrastar la historia de los saberes y las praxis, también la historia filosófica, de las culturas y civilizaciones en torno a la vidaplena. Esta es una tarea primordial. Empero de lo que se trata ahora, en el presente, en el presente de la crisis estructural del capitalismo, en el presente de la crisis de la modernidad, por lo tanto de la crisis civilizatoria de la modernidad, en el presente de la crisis ecológica, es comprender la emergencia política del proyecto civilizatorio, cultural y político como alternativa a lamodernidad, al capitalismo y al desarrollo. Lo que importa es entender el valor político y transformador del proyecto civilizatorio del vivir bien.
En este sentido trataremos de elaborar un análisis que retome las características propias del vivir bien indígena en contraste con la historia y el mapa conceptual del pensamiento y la praxis de la vida plena en las culturas y civilizaciones antiguas. Como estatarea es monumental, nos concentraremos, por el momento, en la arqueología filosófica sobre la vida, el bien, la felicidad, los afectos, sobre la acuciosa cuestión de la plenitud de la vida. Eso como un eje de análisis; el otro eje, quizás el más importante, por las características políticas del vivir bien, es valorizar la proyección, la irradiación, del proyecto civilizatorio del vivir bien entanto diseño y herramienta transformadora y movilizadora, en tanto recurso político, imaginario, así como institucional, de transformaciones estructurales y prácticas, así como de convocatorias regionales y mundiales.
Ética y vivir bien
Por razones de espacio y de tiempo no vamos a realizar una comparación y un contraste exhaustivos entre la tradición filosófica de la ética y las cosmovisiones...
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