carazamba
XII CAPITULO
Logramos comprar dos mulas en la aldea Tzuncal, no tuvimos dificultad alguna para atravesar el rio. En una de las mulas cargamos toda, la impedimenta y en la otra montó la muchacha. Ande con cuidado y conla vista alerta nos dijo Pedro. Por aquí se encuentran de repente unos catilones que dan miedo. Como a las cinco llegamos a la laguna, alli tendimos nuestras hamacas,pues no habia cerca un solo árbol. Carazamba extendió su hamaca lejos de nosotros, Carazamba estaba maravillada. Nunca creí que el Petén fuera tan bello, dijo con el rostro soñador hacia los cielos. Así que comimos y nos preparamos a dar un paseo en las sabanas peteneras, ello me causaba viva emoción, yo iba adelante. Seguiamente la muchacha caminando casi junto a mí. Pedro cerraba la marcha.Avanzamos paso a paso alumbrando el camino. Paso a paso me fui acercando le vi los cachos y el pecho blanquecino, me detuve y le apunté.
XIII CAPITULO
Dos días despues con gran nostalgia contemplamos por última vez la extensión de llano que se perdería por el horizonte. Dimos con la lejanía el estampido de un tiro ese fue tiro de Mauser nacional dijo mi capataz. Otros dos disparos llegaron a nuestrosoídos en rápida sucesión. Esos deben ser soldados-dijo Pedro con desconsuelo Pedro se adelantaría e iría a investigar. ¡Me quede de nuevo solo con la muchacha! Estábamos preocupados con tanta ilusión contemplábamos la llegada de un nuevo rio. Significaba el fin de
nuestra angustiosa peregrinación. ¡Buscamos un lugar adecuado quise encender fuego pero ella me contuvo! Carazamba estaba tendida ami lado con los ojos fijos en la oscuridad del follaje. “venga” me dijo suavemente… Acérquese que quiero hablarle no tenga miedo. Me sentéa su lado ¿Qué se le ofrece? Le dije enciendendo un cigarro usted me cree una asesina sin alma y sin sentimientos… puede ser que tenga razón en muchas cosas, pero si tengo sentimientos. Usted parece un muchachito amistoso que le tiene miedo a las mujeres. Ya lose que usted no me querránunca, pero no me importa, yo lo seguiré siempre. Su voz se quebró en un sollozo y todo giro a míalrededor. Busque sus labios rabiosamente la mordí y la estrujé, y ella devolvió mis caricias entre risas y sollozos, y ya no quise irme de allí por nada del mundo.
Noche inolvidable aquella en que apuré hasta la últimagota en la copa del placer, la luna se fue rumbeando y yoseguía abrazando a la muchacha. Me dijo que le llamará María. A la mañana siguiente comenzó nuestra fatalidad. Pedro llegó cansado u silencioso, supe que trai malas noticias. Habia llegado a la orilla del Machaquilá, Pedro se acerco tranquilamente y todos los readearon eran diez en total, despues loes saco el objetivo de su viaje, estaban alli destacados para atalayar a unos fujitivos queresultamos ser nosotros.
XV CAPITULO
Al día siguiente mientras almorzábamos, Pedro se ponía nervioso, no quise preguntarle nada temeroso de su respuesta. De pronto empecé a percibir un sonido como de ronroneo, lancha grito Pedro tierra sobre la hoguera. Tomamos las armas y nos fuimos a ocultar entre los altos camalotes donde podíamos ver, largo rato esperamos. Era una lancha de regular tamaño,...
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