Carencia de identidad nacional costarricense

En este ensayo propongo desarrollar un tema de vital importancia, como lo es la carencia de identidad nacional en el costarricense, para lo cual es indispensable conocer sobre la relación que, en mi opinión, existe entre cultura e identidad. El tema exige lógicamente definir primero qué entendemos por cultura e identidad, porque sólo así podremos precisar sus relaciones.
Iniciaré planteando latesis fundamental que propongo sustentar: los conceptos de cultura e identidad son conceptos estrechamente interrelacionados e indisociables. En efecto, nuestra identidad sólo puede consistir en la apropiación distintiva de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro entorno social, en nuestro grupo o en nuestra sociedad.
Lo cual resulta más claro todavía si se considera que laprimera función de la identidad es marcar fronteras entre nosotros y los “otros”, y no se ve de qué otra manera podríamos diferenciarnos de los demás si no es a través de una constelación de rasgos culturales distintivos. Por eso, la identidad no es más que el lado subjetivo de la cultura, la cultura interiorizada en forma específica y distintiva.
Hemos pasado de una concepción culturalista quedefinía la cultura, en los años cincuenta, en términos de “modelos de comportamiento”, a una concepción simbólica que a partir de los años setenta,  define la cultura como “pautas de significados”. No todos los significados pueden llamarse culturales, sino sólo aquellos que son compartidos y relativamente duraderos, ya sea a nivel individual o a nivel histórico, es decir, en términosgeneracionales.
A esto debe añadirse otra característica: muchos de estos significados compartidos pueden revestir también una gran fuerza motivacional y emotiva (como suele ocurrir en el campo religioso o deportivo, por ejemplo). Además, frecuentemente tienden a desbordar un contexto particular para difundirse a contextos más amplios.
A esto se le llama “tematicidad” de la cultura, me explico: nosotrostenemos, hace más de 80 años, a Aquileo Echeverría como nuestro poeta nacional; figura venerada cuyos versos repite el pueblo. Sin embargo, si nosotros pasamos de Paso Canoas o de Peñas Blancas no saben quién es Aquileo. Aquileo es un producto literario de consumo interno, y las ediciones de Aquileo se suceden y se agotan. El costarricense sigue interesado en ese poeta que no traspasa las fronteras.Lo mismo podemos decir de la otra obra maestra de nuestra literatura de comienzos de siglo: los Cuentos de mi tía Panchita. No hay niño costarricense que no los haya oído, que no los haya leído y no los haya repetido, sin embargo la aduana de Peñas Blancas y la aduana de Paso Canoas no les han permitido pasar. Nadie los conoce afuera de Costa Rica. Sin embargo, nunca hay suficientes Cuentos de mitía Panchita en las librerías.
Así, por ejemplo, el símbolo de la maternidad, que nosotros asociamos espontáneamente con la idea de protección, calor y amparo, es un símbolo casi universal utilizado metafóricamente refiriéndonos a nuestra madre Patria.
Sin embargo, y de manera contradictoria, cabe destacar, que la mayoría de costarricenses quienes actualmente vivimos en nuestro país hemosdejado de lado dicho patriotismo, y esto es relativamente notorio, basta con mantener una conversación con algún “tico” en el extranjero y notar como sólo el hecho de no amanecer en “su pedacito de tierra” lo hace anhelar y venerar extremadamente su añorada madre Patria.
Basta un breve ejercicio de reflexión y autoanálisis para percatarnos de su carácter concreto y vivencial. En efecto, si miramoscon un poco de detenimiento a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que estamos sumergidos en un mar de significados, imágenes y símbolos.
Todo tiene un significado, a veces ampliamente compartido, en torno nuestro: nuestro país, nuestra familia, nuestra casa, nuestro jardín, nuestro automóvil y nuestro perro; nuestro lugar de estudio o de trabajo, nuestra música preferida, nuestros novios,...