Cargando el venado
Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso Amate.
Se le miraba triste, meditando cabizbajo; casi, casi a punto de soltarel llanto.
Así lo encontró Martin su compadre y amigo de toda la vida, quien al verlo en tales fachas, le preguntó cual era el motivo, para que él se encontrara en situación tan deprimente. - Compadre, la desconsiderada de tu comadre! Ella es la culpable de mi situación ¡Tu comadre! Esta noche la mato, la desaparezco, pero de que se muere, se muere…
No digas eso compadre, mejordígame, porque la quiere matar, a lo mejor te puedo ayudar a encontrar una mejor solución al problema.
El compadre, después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato…
- Mira compadre,tú sabes que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería.
me voy con mi escopeta,paso varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y tigres, soportar la terrible comezón que me producen las garrapatas, los piquetes de moscos.
Aguantarcómo se me mete hasta los huesos el frío de las noches. Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo en mis espaldas todo el largo camino de regreso alrancho y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa.
Todavía no termino de llegar cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre losvecinos y sus familiares.
Que una pierna pa' doña Juana, Que otra pa' doña Cleo, Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá, Que las costillitas para mi hermana y a los dos o tres de nuevo sinnada que comer y ahí voy de tonto otra vez de cacería.
¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo las desmechoneo!
El compadre de aquél pobre desdichado, después de meditar un momento,...
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