Cargas Extrapesadas

  FIEBRE DE ORO EN ZARAGOZA, VALLE LO QUE NO PUEDE VOLVER A OCURRIR Una poderosa organización dedicada a la extracción ilegal de minerales, capaz de movilizar decenas de retroexcavadoras, traficar silenciosamente con químicos, de organizar los territorios de explotación y causar un enorme daño ambiental, organizar a miles de barequeros y de poner en marcha una envidiable logística para movilizaroro y millones de pesos en efectivo, puso a prueba al Estado colombiano en el municipio de Zaragoza, Valle. Las autoridades, muchas con dientes para actuar, tomaron 17 meses para enfrentar a estas organizaciones, que siguen haciendo fiestas en el país, mientras dure la fiebre del oro.

 

El desastre ambiental en el municipio de Zaragoza, Valle, es un nuevo episodio de una larga historia enque se conjugan todos los males que aquejan al país: en un extremo, grupos muy bien organizados dedicados a la extracción ilícita y comercialización de minerales y en el otro, unas autoridades que por amenazas, negligencia u otros intereses, no actuaron. Entre esos dos extremos de la cadena, barequeros rebuscándose el día a día, relucientes retroexcavadoras coreanas escarbando en las entrañas delrio Dagua, el tráfico silencioso de químicos para la extracción del oro, ciudadelas miserables que surgen de la nada, bares con música a todo volumen, botellas de cerveza y aguardiente dispersas en el suelo y prostitutas ofreciendo sus servicios bajo el sol inclemente del medio día.

Ciudadela de mineros ilegales y vestigios del daño ambiental Vehículos blindados trayendo dinero en efectivo yllevando el oro para Cali, motociclistas vigilantes, los compradores de oro con sus mesitas y sus pesas, las ventas ambulantes de teléfonos celulares, Ipods, grabadoras y DVDs, y una poderosa mano invisible que reparte las áreas de trabajo entre retroexcavadaoras y barequeros, y que cobra comisiones por todo: por dejar trabajar, por tener maquinaria y por cada onza de oro extraído.

  AntecedentesLa zona afectada del rio Dagua se encuentra en un área titulada al Consejo Comunitario de la Comunidad de la parta Alta y media de la Cuenca del río Dagua y en la reserva forestal de San Cipriano. Se trata de unas 9.600 hectáreas, de las cuales un 60% aproximadamente está conformada por bosques primarios, donde el Consejo Comunitario prohíbe la extracción de madera y preserva el área como unaplanta de oxigeno, aunque también la fiebre del oro los puso a delirar. Miembros del Consejo Comunitario entrevistados por Colombia Punto Medio señalaron que desde épocas ancestrales se ha registrado minería artesanal en la zona, pero que fueron las obras de ampliación de la vía Cali – Buenaventura, y específicamente la extracción de gravas, la que llevó al descubrimiento de un importante reserva deoro aluvial, la que desató la fiebre entre barequeros, inicialmente de lugareños, luego de personas procedentes de Buenaventura, Pasto y “paisas”, y desde mediados de 2009, de las organizaciones dedicadas a la extracción ilícita de minerales a gran escala.

 

Días después del desalojo, barequeros y dragas continúan trabajando Ciudadelas de miseria surgieron junto a la vía, así como decenas decasuchas de cartón y plástico verde disimulados entre la espesa vegetación que surca la cordillera occidental. Al poco tiempo, según reportan organizaciones mineras del Valle, a lo largo de los 20 kilómetros intervenidos del río, se ubicaron unas 3.800 personas y más de 300 retroexcavadoras, dedicados todos a la extracción del metal precioso.

Imágenes que hablan de la desidia de las autoridadeslocales, departamentales y nacionales El diario El País de Cali, que juiciosamente siguió el tema durante todo este tiempo, mencionó que en un momento dado, más de 8.000 personas participaron en la fiebre del oro y un gremio minero estimó que fueron más de 480 máquinas las que contribuyeron a la destrucción del río en la época de mayor esplendor.

  Una poderosa mano invisible Por los...