Carlos miente

RESPUESTAS QUE DEPENDEN DE NUESTRO PASADO.

El descubrimiento de América ¿es en realidad un descubrimiento o es simplemente una invención de unos cuantos para justificar el inminente crecimiento del Renacimiento? ¿Necesitamos volver la vista a nuestras raíces para emerger como una sociedad nueva y plena? ¿Podremos, como hispanohablantes, algún día disfrutar las delicias de la democracia y lajusticia como lo hemos soñado por tantos siglos?
Hemos vivido colonizados por más de 500 años porque, aunque la colonia se haya esfumado hace más de dos siglos, parece que ahora nuestras cadenas transparentes son más fuertes que nunca. Después de haberse derramado tanta sangre para consolidar la conquista, los europeos nos propusieron un argumento sólido: no hacer caso omiso de errores y crímenes,pero entender que “somos lo que somos porque tenemos un pasado común y sólo seremos algo en el futuro si actuamos unidos para el porvenir”1. Es aquí mismo cuando a las generaciones siguientes comienzan a despojarnos de nuestra verdadera identidad, dando paso a justificaciones del por qué los hechos nos han moldeado y por qué, gracias a esos sucesos, nosotros debemos estar, en pocas palabras,agradecidos; Como mestizos comenzamos a tener pensamientos diferentes, pensamientos que nos obligan a sentirnos parte de Europa, anhelando sus formas de vida, sus costumbres. Esta "expresión americana" busca regresar al origen y así, olvidar sus raíces, sus antepasados, viviendo siempre en una idea de modernidad que, lamentablemente, sólo es mera apariencia.
Es cierto que jamás podremos disfrutar deuna modernidad si nosotros, como una sociedad pluricultural, no resolvemos los problemas que nuestros antepasados dejaron pendientes, problemas de identidad que nos seguirán acechando hasta que nos quitemos la venda de los ojos, pero también es cierto que, tal vez, si esa conquista jamás hubiera llegado, nosotros seguiríamos rigiéndonos por normas precarias y obsoletas. Sin estos hechoshistóricos que alentaran la aceptación o el desprecio, jamás hubiéramos disfrutado de las obras de algunos autores como Pablo Neruda y Alejo Carpentier, que dejaron de lado las críticas de la conquista y los poemas épicos para darle paso a la poesía y a la novela. Borges logra una recuperación en sus fábulas de la España medieval. Márquez, en sus narrativas contemporáneas, remueve las tradiciones orales dela selva y la montaña. Gracias a estas obras, que nos han llenado de identidad y que han logrado desafiar el tiempo, podemos decir que el pasado no ha concluido, que la reflexión del mismo nos hace re-inventarlo para seguir dando continuidad a nuestras vidas, nuestras raíces. Esta continuidad cultural (las costumbres, las formas de vida, la lengua, los valores, todo aquello que ha logradosobrevivir a pesar del bombardeo impuesto por la modernidad occidental) ha llegado a nuestros días camuflada. Ella es la que nos ha dicho quiénes éramos y a dónde íbamos antes de que llegaran a colonizarnos los europeos. No obstante, al mezclarnos comienzan a aparecer altares cristianos decorados por artesanos indígenas y se hacen presentes ceremonias católicas impregnadas de ritos africanos; José LezamaLima lo denomina la contraconquista. Esta mezcla funde la historia con la cultura y de la cual se deriva la literatura hispanoamericana. En ella la imaginación y la realidad nos dan la esencia de lo que ahora somos. Autores como Lezama y Cortázar son quienes en realidad logran combinar “la nueva lectura del pasado y las nuevas lecturas de un presente en transición”2. Hemos sido creados, con baseen un mundo imaginario y uno real, nuestra vigencia nace a partir de rescatar nuestras raíces, nuestras crónicas de conquista. De la mezcla de ambos nacen nuestras tradiciones y nuestra modernidad. Sin ellas no seríamos lo que somos, no podemos negarlas porque son ellas quienes nos identifican unos con otros; Somos mexicanos con antepasados mayas y aztecas; somos peruanos con antepasados incas...