carlos

Editorial: Los partidos y el nuevo Congreso
El Congreso que se elegirá en marzo, que bien puede ser el de la paz y el que saque adelante reformas vitales, tendrá que reconquistar la confianza de lagente. Que este se conforme de la mejor manera, depende, sobre todo, de los partidos, pero también del voto responsable de los ciudadanos.
Falta poco más de un mes para que los colombianos acudamosa las urnas a elegir a quienes serán nuestros representantes en el Congreso los próximos cuatro años. Para nadie es un secreto que esta institución afronta días difíciles, quizás los más oscuros entoda nuestra trayectoria republicana. Da fe de esto que su imagen negativa alcance un alarmante 69 por ciento en la más reciente encuesta de Gallup. Quienes aspiran a curules deben saber que su primeratarea es revertir esta tendencia. Para conseguirlo, no pueden esperar hasta el 20 de julio: una contienda rica en propuestas y debates de gran nivel, sin duda, impactará positivamente este indicador.Por lo pronto, se puede afirmar que buena parte de los males que aquejan a esta rama del poder surgen de una preocupante desconexión entre los legisladores y la ciudadanía, situación crítica en tantola esencia de esta institución es la representación: tramitar las demandas de la gente para encontrar el camino, a través de las normas, hacia una mejor sociedad.
Pero sucede que cuando flaquea estevínculo, se crea ese caldo de cultivo en el que florecen intereses no siempre sintonizados con lo que de verdad le conviene al país. Así surge una dinámica perversa en la que el ciudadano deja depreocuparse por lo que pasa en el Legislativo, debido a que algunos congresistas olvidan que su vínculo con el pueblo no se limita a la jornada electoral y no ven mayor costo político en alejarse de suspropuestas de campaña para ocuparse de nuevas prioridades.
La pregunta obligada es cómo romper ese círculo vicioso y funesto para la democracia. Además de crear mejores condiciones para que los...