Carlota Joaquina De Borbon Biografia
Aún niña, figuró ya en el ajedrez de las políticas matrimoniales y dinásticas. Prueba de ello fue que su abuelo paterno, el entonces rey Carlos III, dispuso entregarla en matrimonio al segundogénito de los reyes MaríaI y Pedro III de Portugal, el Infante don Juan, entonces Señor del Infantado y que venía en segundo lugar como pretendiente de la corona lusa después de su hermano José, Príncipe de Beira y de Brasil, duque de Braganza (1761-1788).
Con apenas 10 años de edad, la Infanta Carlota Joaquina de España fue casada el 8 de mayo de 1785 con el infante portugués. Tres años más tarde, su cuñado el herederode la Corona, fallecía de viruelas sin descendencia de su tía y esposa la Infanta Mª Francisca Benedicta de Portugal; esto supuso para Carlota Joaquina y su marido Juan, convertirse en los nuevos pretendientes con los títulos de Príncipes de Beira y de Brasil, y duques de Braganza. A esto se sumó, en 1786, las primeras crisis de inestabilidad mental de la reina María I, afectada por lasdefunciones de su marido ( y tío ), el rey consorte Pedro III, y de su heredero primogénito José, por lo que el príncipe Juan asumió las riendas del Gobierno de la monarquía lusa en calidad de regente. La regencia fue finalmente confirmada en 1792, cuando la reina María I empeoró aún más si cabe, afectada por los acontecimientos de la Revolución Francesa.
Este viraje de acontecimientos convinoperfectamente al carácter ambicioso y a menudo violento de Carlota Joaquina. Desde entonces, y aún adolescente, siempre procuró entrometerse en los asuntos de Estado, buscando influenciar las decisiones de su esposo. Tal era su nivel de dominancia que pronto empezó a despreciar a don Juan, recurriendo a menudo al chantaje, a la intriga y a la presión conyugal siempre que no conseguía de éste lo que se habíafijado obtener. Toda esta situación metió a la Casa Real Portuguesa en una situación de auténtica anarquía que, eventualmente, traspasó el ámbito cortesano para llegar a oídos del pueblo llano.
Obviamente, la princesa española no era un ejemplo modélico. Vivo retrato de su madre, tanto en lo físico como en lo moral, estuvo muy lejos de ser una mujer agraciada y querida. Aquejada de una cojera, altener una pierna más corta que la otra, tenía además el tronco torcido por una malformación ósea en la espalda, dándole un aspecto de tener un hombro más alto que otro. Cuenta un historiador portugués (Octavio Tarquinio de Sousa) que era una mujer horrenda, huesuda, con una espalda desnivelada, de mirada hundida, de boca de rictus cruel y desdeñosa, con un cutis áspero y afeado por las cicatricesde la varicela y una proeminente nariz rojiza. Pequeña como una enana y patizamba, la describe como un alma ardiente, ambiciosa, inquieta, llena de pasiones, exenta de escrúpulos y con impulsos sexuales desbordantes.
Ver un retrato suyo en la madurez, nos recuerda terriblemente a su progenitora...
Fue tan querida entre sus súbditos, que llegaron a concederle el apodo de "La Arpía de Queluz"; lode arpía lo dice todo, en cuanto a lo de "Queluz", es alusivo al palacio versallesco en el cual residía, el Palacio Real de Queluz, y que fue su residencia asignada hasta su temprana muerte a la edad de 54 años
Porque se vió repetidas veces apartada de las decisiones claves, en las que se emperraba intervenir e inmiscuirse a todas horas, Carlota Joaquina formó a su alrededor, por despecho, todauna camarilla de nobles portugueses afines a sus ambiciones de poder y deseos intervencionistas en el Gobierno de la monarquía lusa, que conformaron su propio partido secreto. El objetivo de ese partido conspirador era el de conseguir apartar del poder al Príncipe-regente Juan, hacerse con su persona y declararlo incapaz de cuidar de los asuntos de Estado, igual que su madre la reina, que había...
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