CARMEN DE BURGOS, COLOMBINE, Y ALGUNAS NOTICIAS SOBRE LA ENSEÑANZA PRIMARIA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. La educación ha sido –tradicionalmente– uno de los caballos de batalla que más ha galopado en el discurso político y en la acción gubernamental. Desde que el 18 de abril de 1900 se creara por Real Decreto el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, hasta ahora, raro ha sido el gobiernoque no haya reglamentado poco o mucho la enseñanza. Históricamente nuestras deficiencias en educación no provienen tanto del olvido cuanto del exceso de regulaciones en las aulas. Intervenciones y reformas legislativas que casi nunca se han hecho sobre las anteriores, sino sobre sus ruinas. Así como no ha habido gobierno que haya dejado de cambiar cosas en educación, tampoco apenas los ha habidoque hayan atendido las reclamaciones de los profesionales de la enseñanza. La enseñanza estaba absolutamente de moda en los años de la Restauración, la educación universal sin distinción de sexos, el salario de los profesores, la formación de éstos y la de sus alumnos, eran asuntos de debate en la prensa. La alternancia política entre liberales y conservadores, ideada por Cánovas, garantizó ciertapaz y estabilidad en el orden público, pero impidió que las reformas puestas en marcha por uno de los partidos en el gobierno duraran más allá de lo que éste permaneciese en el poder. La enseñanza no fue ajena a estos bandazos. Para ilustrar las deficiencias de la enseñanza española de finales del siglo XIX y comienzos del XX (algunos de los cuales sobreviven hoy en día), podemos recuperar aquí lafigura de la escritora almeriense Carmen de Burgos, Colombine, un personaje de excepción: la primera periodista profesional de nuestra historia literaria y la primera mujer corresponsal de guerra, autora de más de mil artículos, siete novelas largas, más de cien novelas cortas y numerosas traducciones. Carmen de Burgos fue maestra, ejerció como tal, y esto autoriza sus opiniones sobre educación.Su matrimonio a los dieciséis años con un tarambana la obligó a matricularse por libre de Magisterio en Granada. Allí obtuvo el título de Maestra de Primera Enseñanza, y luego el de Maestra de Primera Enseñanza Superior, con los que pudo emanciparse económicamente y ser autosuficiente al margen de su marido. En 1901 opositó a maestra y consiguió plaza en la Escuela Normal de Guadalajara. Sucarrera docente –sin embargo– se desarrolló casi íntegramente en Madrid, donde alternaba con lo más prometedor y consagrado de las letras, desde Emilia Pardo Bazán o Benito Pérez Galdós, hasta Juan Ramón Jiménez o Ramón Gómez de la Serna, con quien mantuvo durante veinte años una relación 1
sentimental. Era gorda y bastante guapa, Blasco Ibáñez la llamaba cariñosamente “Colombona” y Rafael CansinosAssens se refiere a ella como “jamona rozagante”. Carmen de Burgos, Colombine, es de las autoras más prolijas de su generación, y una de las pioneras más significadas de la lucha individual y colectiva de las mujeres. Su libro La mujer moderna y sus derechos (1927), todavía hoy sigue siendo un monumento de erudición y buen sentido feministas. Peleó desde sus artículos, publicaciones y conferenciaspor el derecho de la mujer al trabajo, a la educación y al sufragio. Defendió el divorcio, la abolición de la pena de muerte y, al tiempo que en Europa se iba adensando el antisemitismo, ella promovió junto a Cansinos en 1909 una alianza hispanoisraelita. A finales del siglo XIX y principios del XX las Escuelas Normales y el Cuerpo de Telégrafos eran los únicos empleos públicos accesibles a lasmujeres. Únicamente en ellos podían las mujeres trabajar y aplicar sus talentos intelectuales sin desentonar en la sociedad. Consuelo Álvarez y Clara Campoamor, por ejemplo, dos destacadas feministas y escritoras, pertenecían al cuerpo de auxiliares de Telégrafos. Carmen de Burgos fue maestra; maestra y periodista, y gracias a esto hoy podemos conocer de primera mano -a través de sus columnas y...
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