Carmides
CÁRMIDES
INTRODUCCIÓN
Como otros diálogos de Platón, el Cármides es un punto de temporalidad en la larga e inacabada historia de la filosofía platónica. Viene el
discurso a reposarse en el Cármides, a adquirir presencia, después de
una batalla, la de Potidea, a la que se hace referencia al comienzo del
diálogo, y el tiempo real se hace lenguaje en el tiempo del diálogo. Se
viene dela vida, de una circunstancia concreta, y se va al lenguaje, a la
teoría. La conversación se abre, sin cerrar esa puerta de la vida que
tampoco se cerrará cuando concluya: «-En ese caso, dijo él, no te me
opongas tú», «-No, no me opondré» (176d). No sabemos cuándo volverán a enfrentarse los protagonistas; tal vez nunca. La vida, el diálogo
queda pendiente sobre la posibilidad, sobre lahistoria y, por supuesto,
por encima de cualquier dogmatismo, de cualquier respuesta clausurada
y definitiva.
El argumento del diálogo se centra, como otros de esta época, en una
discusión en torno a una palabra -sōphrosynē- y a su significado sensatez, mesura, etcétera. Estos juegos semánticos, tan característicos
de las primeras obras juveniles de Platón, participan del espíritu de lasofística e intentan además -a través de su encarnación en Sócrates- superarlo y situarlo en un horizonte distinto.
Pero, ¿por qué estos juegos dialécticos? ¿Por qué esta serie de tesis,
de afirmaciones y contradicciones? Conocer es vivir. La mayoría de estos conceptos por cuya clarificación se lucha son conceptos prácticos.
Tienen que ver con la realidad, con la sociedad, en una palabra, con laPolis. Todo saber refluye en ella. En el ámbito de la ciudad y de la convivencia es donde cuaja la vida humana y donde ésta se realiza. Pero la
ciudad se ha ido formando lentamente. Cada estadio de su desarrollo ha
tenido lugar sobre el suelo de la historia. Este espacio se ha consolidado
sobre el lenguaje y, a través de él, se ha hecho posible la convivencia y,
como Aristóteles afirma (Política1253a), se crea la Polis. Surgida,
pues, de las necesidades sociales, aglutinada sobre múltiples intereses,
la ciudad-lingüística presenta un complicado territorio en el que se
transmiten palabras endurecidas, significados sin objeto. Vivir es recordar y dominar: recordar los contenidos que anidan en las experiencias que siempre se hacen eco en la lengua; dominar y orientar las posibilidades defuturo a través de esa recobrada memoria del pasado.
Los conceptos, en cuya clarificación están empeñados estos diálogos,
son conceptos que pueden transformar los comportamientos y, por medio de ellos, la realidad. Por eso, descubrir un sentido es descubrir, a la
par, el sentido de quien los usa. Partir de nuestra propia ignorancia es
reconocer que los usos del lenguaje han perdido elreflejo de la realidad
que los organiza: es aceptar una inicial inseguridad, para llegar, al fin, a
la seguridad de la plena teoría, a aquella que recoge, en el marco especulativo del concepto, el contenido práctico que lo articula.
De entre todos los diálogos de juventud es, tal vez, el Cármides, el
más difícil. La búsqueda de qué es la sensatez acaba cayendo en un sutil análisis de qué, es elsaber y de la dificultad de un conocimiento que
1
tenga por objeto, no determinados contenidos, sino el conocimiento
mismo.
El drama se desarrolla poco tiempo después de la batalla de Potidea,
en el año 432. Como el Lisis, está narrado en forma directa por el mismo Sócrates; pero sus personajes no son sólo jóvenes aristócratas, sino
nombres que habrán de representar un papel importante enla historia
de Atenas. Este hecho no es indiferente a la discusión por la sōphrosynē, que, como ciencia del bien, se levanta desde el plano mismo de la
política, para mejor constituirla.
Aparte de otras dificultades que el Cármides ofrece, no es la menor
la de la traducción concreta del término sōphrosynē. Bien es verdad que
el diálogo es una busca de su sentido, y que se dan diversas...
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