Carmín

Liceo Rayen Mapu
Quellón, Chiloé
Problemas del conocimiento























Nombre: Carla León
Profesor: Fernando Cárdenas
El reloj marcaba las 8 de la noche, tomó un vestido, maquillaje y se encerró en el baño; tenía dos largas horas por delante, en ellas tendría que cambiar por completa su apariencia, le era rutinario, cadanoche en la que salía hacía el mismo rito. Tomó una ducha y al salir secó su cuerpo, miró su rostro en el espejo aun húmedo y vio sus ojos tristes, vacíos.
El vestido no fue al azar, sería una noche especial, así que se tomó unos minutos, era su mejor vestido, con él se veía muy atractiva y lo sabía, he ahí su elección. Estaba ansiosa, a las 10 pasaría por ella un hombre encantador y tendrían unacita, llevaban unas semanas saliendo, su nombre era Henry. Debería estar feliz, sin embargo estaba agotada de esconder su verdad, y ésta la perseguía y torturaba cada mañana, en cada reflejo, en cada gota de su voz, era claro que no era feliz, nunca fue quien quiso ser.
Ya tenía puesto el vestido, era hermoso, largo, de color carmín. Tomó el maquillaje, observó su rostro y empolvó lentamente su cara.Delineó sus ojos, pintó sus largas pestañas y comenzó a ocultar su piel. Poco a poco se perdían sus rasgos, su piel se uniformaba de un moreno fascinante, y cuando estuvo conforme, puso un poco de rubor y fue por sus tacos.
Volvió al espejo, pintó sus labios, por un segundo se sintió plena, veía en el reflejo a la mujer que vivía en su interior, a esa que se refugiaba y escondía durante el día, aesa que podía vivir en libertad su verdadera identidad. Se desplomó, sus ojos se pusieron tristes, su cara cansada, rota. Respiró largamente y llenó sus ojos de valor, de orgullo, de fuerza; esta noche sería increíble, así que dejaría la pena en casa, levantaría la mirada y se divertiría. Se escucha llegar un auto y suena un bocinazo, sabe que es él, así que toma su cartera, sonríe y sale. Henryviene a su encuentro con una rosa, le abre la puerta del auto y se van. La casa queda vacía, los vestidos desarmados sobre la cama, los zapatos, la casa hecha un desastre. Vivía sola desde hace unos años, era de pocos amigos, trabajaba durante el día y el único momento en que podía despejarse, era en la noche y el fin de semana.
Al otro día, la mañana comienza con el ruido de patrullas, lassirenas incesantes se dirigen rumbo a un acantilado. Allí estaba su cuerpo mal herido, ensangrentado, los golpes en su rostro hacían imposible reconocer a la mujer de la noche anterior. A esa que horas antes lucía su mejor vestido, aquella mujer hermosa de ojos profundos que sin duda, robó más de alguna mirada y cautivó a más de un hombre con su belleza. De haber sabido que era su última noche, quéhubiera cambiado, tal vez si lo sabía, tal vez fue ella quien saltó tras la ruptura de su romance o puede que su amante haya descubierto su secreto, y de rabia, de impotencia, haya actuado de la peor forma.

Llegaron a un restaurant caro, se sentaron en la mesa reservada, se miraron, con los ojos llenos de interrogantes, de inciertos. Llegó la carta y pidieron de cenar, tomaron vino, rieron,conversaron, callaron. Entre juegos y coqueteos avanzó el reloj, puede que él pecara de ingenuo, o simplemente no quiso ver lo evidente de la situación, ella hizo como si nada pasara, la noche estaba recién comenzando. Ya eran las 12 cuando ella propuso que salieran a beber un trago, él aceptó y fueron a un bar-karaoke de la ciudad. En el bar, tomaron diferentes tragos y hablaron por un largo rato, lamujer se mostraba inquieta, incomoda, jugaba con el anillo en su dedo, lo movía, sacaba, dejaba en la mesa y volvía a poner. Más tarde y con varios tragos encima, afloró la intensa necesidad de confesarle eso que tanto la acongojaba. Pero antes, un beso, claro, si iba todo a terminar nada importaba. Se miraron fijamente y se besaron, él la miró y vio una escurridiza lágrima caer por su mejilla. No...