carta al hijo
“Comenzaste a hablar entre dientes y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente paraque fueras a cambiarte de inmediato.”
“Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mi tímidamente y yo sólo te advertí que no teportaras mal.”
“Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tusamiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos; que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientrasmarchabas delante de mi te indiqué que caminaras erguido.”
“Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furiosoporque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.”
“Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que había exagerado mipostura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido?”
“Luego escuché unos golpecitosen la puerta. “Adelante” dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación.”
“Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir?… ¿Vienes adespedirte? No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente.”
“Te abracé y con un nudo en la garganta...
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