Carta de Lope de Vega a Dieg de Colmenares

CARTA DE LOPE DE VEGA

LOCALIZACIÓN
-Rosell, C. (ed), Félix Lope de Vega, Colección escogida de obras no dramáticas,
Madrid, Biblioteca de autores españoles, 1950.

RESUMEN
En esta epístola recogida en su obra La Filomena (publicada en 1621), Lope de
Vega responde a la pregunta que Diego de Colmenares le formula en relación con la
opinión que le merece la nueva forma de hacer poesía.
Elpoeta reconoce que teme que el papel sea divulgado, pues afirma que con sus
apreciaciones no pretende favorecer a sus partidarios ni enojar a sus detractores sino
simplemente expresar un pensamiento sobre un tema muy concreto con el objetivo de
conseguir que así se deje de elucubrar sobre cual es realmente su parecer.
Considera que son muchas las personas que permanecen expectantes y quedesean comprobar si sus opiniones son acertadas o no, por esta razón, dice, necesitaría
algo más extenso que un pequeño papel para poder explicarse. No obstante, se muestra
dispuesto a manifestar su postura de forma breve, con sinceridad, honestidad y sin
miedo a las reprehensiones y a las censuras que pueda recibir de aquellos que, con
soberbia y arrogancia, lo criticarán desde el anonimato.
Deeste modo, comienza su elocución haciendo referencia a Luis de Góngora, al
que en un primer momento alaba por ser el docto y admirado caballero que triunfó en
poesía con un estilo puro y elegante pero al que, no habiéndose conformado con eso,
recrimina haber aspirado a la renovación extrema del lenguaje a través de la
introducción de exageradas ornamentaciones, a su juicio, innecesarias.Según Lope, el poeta cordobés consiguió “enriquecer el arte y aun la lengua con
tales exornaciones y figuras, cuales nunca fueron imaginadas ni hasta su tiempo vistas”;
el estilo culto y pomposo rápidamente fue imitado por sus seguidores a los que Lope
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critica duramente por haberse aventurado a emular a su maestro en un absurdo intento
por conseguir una fama y un prestigio que como poetastradicionales, ante la falta de
talento e ingenio, se les negaba.
El autor ridiculiza la excesiva presencia de latinismos, pleonasmos, anfibologías
y, sobretodo, de hipérbatos (“fundamento de este edificio” entendiendo como tal la
nueva poesía) en las composiciones de estos escritores y censura el abuso que de ellos
hacen quienes pretenden complicar el lenguaje hasta el extremo.
El autoraclara, no obstante, que desde su postura no rechaza por completo el uso
de estos artificios; considera que utilizados de manera puntual adornan el poema y
cumplen una función estética. Pero no cree que en realidad éste sea el uso que se hace
de ellos. Lope asegura que los poetas que siguen esta nueva forma de hacer poesía
recurren a las figuras de manera sistemática sin preocuparse por trabajar y“ablandar” el
escrito ni por hacerse entender. Así ocurre con Juan de Mena, Boscán y muchos otros
que emplean con excesiva frecuencia los hipérbatos, tropo muy utilizado antaño, cuando
la lengua castellana se mantenía a la sombra del latín, pero poco recomendable ahora
que la lengua romance goza de prestigio propio.
Al hilo de esta cuestión, y aun sin mostrarse partidario de la utilización detérminos bajos en los poemas, Lope reprocha ácidamente la masiva presencia de voces
latinas en ellos y propone un término intermedio entre ambos extremos tal y como hace
su idolatrado Fernando de Herrera.
El autor acusa al gusto por la ornamentación de impedir a la poesía cumplir su
función básica de deleite y como conclusión expone nuevamente su concepción de los
tropos en general y delhipérbato en particular, como recursos dilatadores del discurso
que restan valor a las composiciones al sumarles dificultad.
Dirigiéndose a su interlocutor y con una despedida un tanto irónica, Lope cierra
la epístola.

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DEDICATORIA DE FRANCISCO DE QUEVEDO

LOCALIZACIÓN
-Rey, A. (ed.), Francisco de Quevedo, Obras completas en prosa, Madrid, Castalia
(Nueva biblioteca de erudición y...