Carta De Perdón A Mi Madre

CARTA DE PERDÓN A MI MADRE
En noches de niebla como ésta, en que la cobardía nuevamente me ha vencido -cuánta falta hace tener el cuero duro- debo pedirte perdón madre, hace unos instantes rompí la promesa que te hice. Reviso la piel delgada, frágil, advierto emociones incontrolables que me obligaron a incumplirte la palabra. Hay un lamento ronco, el músculo atestado de dolor, demasiado corazón.El rollo que pediste atesorar permanece intacto, un leve movimiento de los párpados es suficiente para evocar tus obras.
Quedo transportada al lapso de tiempo juntas, tú a mi lado, yo con vos. Cada lucha te engrandece, te hace fuerte. La caída, el paso en falso lo tornas en rápida gesta, transitas airosa al otro lado del camino. Las lágrimas derramadas quedan convertidas en abono a la tierrade 4 semillas, ¡cuánto sacrificio!. Juventud y belleza se esfuman, el único empeño permitido es sacar tallos, hojas verdes de aquellos granos. Soy testigo de ese don, lo que imaginas los haces posible, lo que tocas se vuelve fértil, hay magia en tu amor. Transformas el agotado rostro en sonrisa franca; la jaqueca crónica en anécdotas jocosas; la fatiga en abrazos para tus críos de antaño; Losproductos de embellecimiento por el maletín de instructora; nuestros jeans raídos de universitarios por tacones de profesionales precoces, brillantes; la capacitación informal por la Ley de todo un gremio; la destartalada camilla de tratamientos por el emprendimiento colombiano más sonado en su género. Eres la maestra de varias generaciones, la gestora de la más grande revolución de la estética delos últimos tiempos.
En medio del desgaste de ser diferente, única, de ser la mejor, de servir a los demás, de arañarle al mundo un pedazo de gloria, el dolor se anidó en tus entrañas. Y en esa batalla final librada durante los últimos 4 años el mayor ejemplo fue de perseverancia, de amor por la vida, de compartir el saber hasta instantes antes de la hora aciaga, con miles de colegas yestudiantes que formaste en los primeros 11 años de ATENEA, familiares y amigos. De obligar a tu dolor insoportable para que no doliera, de hacerle el quite a la muerte, de sonreír en medio de la desgracia. Me enseñaste a ser tu apoyo, la valiente. Me exigiste fortaleza, prometer que ondearía tus banderas más lejos, más alto. A lo largo de tu vida y de la mía, cuando enfermaste y antes que partieras mecreíste la más dura, me creí la más dura. Me pensé fuerte, posé de fuerte frente a todos, en especial delante de ti, logré mantener la máscara puesta incluso días después de que te fueras.
Pero el padecimiento silencioso de tu inminente partida, la agonía, la ausencia definitiva me quebró en mil pedazos. Han llegado a mis oídos voces de reproche, críticas de gente que con aire desdeñoso musita:“¿por qué lucen tan afectados, por qué si a todos nos duele o nos dolerá muchísimo la ausencia de nuestras madres…la lógica es que todos enterremos a la mujer que nos dió a luz, que prosigamos con la vida… por qué ellos, en especial ella, luce tan triste si ya tiene treinta y tantos años, la disfrutó muchos años, ni que fuera una adolescente?”. Esos entrometidos no saben vos fuiste madre y padre a lavez. Que aunque Rodrigo Consuegra vive, le tenemos cariño y consideración-tú nos enseñaste a hacerlo- se fue de nuestro lado cuando yo no había cumplido aún los 4 años, desde entonces fuiste mamá gallina con 4 pollos, sola, dispuesta a conquistar el mundo. Al morirte la nostalgia también me embarga por la ausencia de papá Mary, mujer-madre-padre, con más pantalones, autoridad y carácter que unaveintena de hombres juntos. El 30 de julio pasado mis hermanos y yo quedamos huérfanos por partida doble. Se fue la cómplice, la amiga, la que era también nuestra hermana mayor. Tu temperamento jovial y cercanía generacional hacía que comprendieras nuestros amores y desamores, fuiste una madre que nunca me cortó las alas, por el contrario promovió la independencia asistida-me fui de la casa a...