Carta del papa
El Concilio ha reclamado ampliamente el papel de la Iglesia para la salvación de la humanidad. A la par quereconoce que Dios ama a todos los hombres y les concede la posibilidad de salvarse (cf. 1 Tim 2, 4), 15 la Iglesia profesa que Dios ha constituido a Cristo como único mediador y que ella misma ha sidoconstituida como sacramento universal de salvación. 16 « Todos los hombres son llamados a esta unidad católica del Pueblo de Dios, y a ella pertenecen o se ordenan de diversos modos, sea los fielescatólicos, sea los demás creyentes en Cristo, sea también todos los hombres en general llamados a la salvación por la gracia de Dios ». 17 Es necesario, pues, mantener unidas estas dos verdades, o sea, laposibilidad real de la salvación en Cristo para todos los hombres y la necesidad de la Iglesia en orden a esta misma salvación. Ambas favorecen la comprensión del único misterio salvífico, de maneraque se pueda experimentar la misericordia de Dios y nuestra responsabilidad. La salvación, que siempre es don del Espíritu, exige la colaboración del hombre para salvarse tanto a sí mismo como a losdemás. Así lo ha querido Dios, y para esto ha establecido y asociado a la Iglesia a su plan de salvación: « Ese pueblo mesiánico —afirma el Concilio— constituido por Cristo en orden a la comunión de vida,de caridad y de verdad, es empleado también por él como instrumento de la redención universal y es enviado a todo el mundo como luz del mundo y sal de la tierra ». 18
La salvación es ofrecidaa todos los hombres
10. La universalidad de la salvación no significa que se conceda solamente a los que, de modo explícito, creen en Cristo y han entrado en la Iglesia. Si es destinada a...
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