Carta del Siglo 17

Septiembre 14, 1675
Querido Tío Esteban,
¿Cómo están las cosas por allá? Las cosas aquí no son como esperaba. Como comerciante me he encontrado con varias dificultades. Empezando por la queenfrente al llegar a la isla. Desde que el Rey ordenó a que solo se acepta una nave por colonia, conseguir una para mi resulto ser difícil. Luego de llegar a la isla, encontrar un buen lugar para vivirresulto hasta más difícil. Decidí buscar un hogar en San Juan. Al principio fue un poco difícil, pero gracias al tiempo que pasamos juntos aprendí muchísimo sobre el comercio. Ascendí a una posicióncómoda entre los comerciantes.
En las reuniones que tenemos, aprendí sobre cómo está el país. La condición de esta isla está decayendo mucho más de lo que tenía entendido. Descubrí, también, que el áreasur se ve mucho más afectada. Los pueblos allá no gozan de los mismos beneficios que los del norte. Muchos de los pueblos no están muy bien desarrollados y algunos carecen de mantenimiento. Lasiglesias allá solo ofrecen sus servicios a los devotos. Cuando hay un funeral el sacerdote no es quien hace la oración para el difunto, sino que envía a un orador para que haga la tarea.
De ellos fue queme entere sobre el contrabando que ocurre en el sur. Los políticos han estado cubriendo este evento y lo han utilizado a su ventaja. Las autoridades también han dejado que los campesinos continúen coneste tipo de actividad ilegal. Esto, en cambio, ha afectado al comercio legal, y muchos comerciantes -y sus familias- se han visto severamente afectados. A esto se le aplica la ley que impuso el Rey.Al solo recibir un navío por colonia ha atrasado el comercio bastante. Hay veces que pasa un año y no vemos ni una sola nave española con los cargamentos y provisiones que los mercaderes necesitanpara hacer negocio. Los campesinos sobreviven con hacer comercios ilegales con comerciantes de otros países. Aun que vivo bien, decidí unirme a los comercios ilegales y me quedare en la isla, por la...