Carta Erótica Implícita

Para ti.

Qué más que unas cuantas palabras sobre este papel pálido para expresarte lo mucho que te echo de menos.Los domingos y nuestro común punto de encuentro ya no tienen tanto sentido para mísin esa mirada ardiente, sin esa sonrisa llamativa, sin esas palabras dominadoras, sin ti.
Lo único que me queda de recuerdo son esas noches en ese lugar mágico, donde sueles transportarme a unespacio sideral, inexistente e inexplicable. Lugar donde ocurren nuestros encuentros, nuestras citas sin previa fijación… sí, tu morada; morada que es testigo de nuestras extrañas e innovadoras formas deexpresar sentimientos exaltados a través de nuestros roces pues a pesar de no ser un impedimento el hecho de no poder mezclar nuestro néctar juvenil, a pesar de no poder juntar la parte inferior denuestros rostros, nuestros latidos exteriores se hicieron sentir y se juntaron hasta quedar contentos y estremecidos de ternura.
Ni la garita vigilante, espantapájaros de deseos, mi lengua, ni aqueldía en que no podía derramarte en mí, que entraras en mí, sentirte en mí por la cuestión de que cantaros de rojo invierno quedaban aplastadas en la tela y mi humor el cual dependía de la luna impidieronque sintiéramos un calor inexplicable que nos invadía, quemándonos la piel.
Esa vez, tener lo especulativo que sobresalta de tu pantalón en mi boca no pensé que fuera tanto tiempo, no pensé que eldisparo huérfano que brotó de tu ser terminara primero, en mi aparato digestivo y luego en medio de mis melones y mi cuerpo.
Obtener la parte donde finaliza mi espalda, ese escondite de mi cuerpo, eratu mayor petición pero negarme fue lo que hice, porque es un lugar que niego del dolor que excita. Pero aun así logré que ese anhelo de obtenerlo aumentara más y se guardara en tu bolsillo, paranuestro próximo encuentro, que espero sea pronto.
Realizar algunas posiciones en la cama contigo, desconocidas para mí, normalizadas para ti, han llenado de experiencia mi vivir. Pero, cuando nuestras...