Carta Icazbalceta
Publicada originalmente en 1896, la "Carta antiaparicionista" de Joaquín García Icazbalceta tuvo un impacto muy relevante en el pensamiento teológico e histórico de su época. Como es de notarse en el texto, Icazbalceta responde a las inquietudas del Arzobispo acerca de la opinión que como historiador tenía él sobre las apariciones guadalupanas. El autor respondió al prelado de formaprivada y con un enfoque puramente histórico. Sin embargo, la carta fue vista por terceros y copiada un sinnúmero de veces. Icazbalceta fue entonces invitado a darla a la imprenta, pero su negativa fue absoluta. A pesar de ello, y con base en una de las copias que circulaban ya, surgió una impresión del texto traducido al latín, que fue de nuevo vertida al castellano por Fortino Hipólito Vera.Ninguna de las versiones publicadas entonces, sin embargo, contenían el texto íntegro ni la esencia epistolar de la carta de Icazbalceta. Consulte la Bibliografía de ProyectoGuadalupe.com. Más información sobre la carta de Joaquín García Icazbalceta en Testimonios históricos Guadalupanos de De la Torre Villar et al.
Carta al Ilmo. Sr. Arzobispo de México D. Pelagio Antonio de Labastida y DávalosIlmo. Señor. (Octubre, 1883) 1.— Me manda V.S.I que le dé mi opinión acerca de un manuscrito que se ha servido enviarme, intitulado: "Santa María de Guadalupe de México, Patrona de los Mexicanos. La verdad sobre la Aparición de la Virgen del Tepeyac, y sobre su pintura en la capa de Juan Diego. Para extender, si posible fuera, por el mundo entero el amor y el culto de Nuestra Señora". 2.— Quieretambién V.S.I. que juzgue yo esta obra únicamente bajo el aspecto histórico; y así tendría que ser de todos modos, pues no estando yo instruido en ciencias eclesiásticas sería temeridad que calificara el escrito en lo que tiene de teológico y canónico. 3.— No juzgo necesario hacer un análisis de él por cuanto que no me propongo impugnarle: prefiero poner sencillamente a la vista de V.S.I. lo que dicela historia acerca de la Aparición de Ntra. Sra. de Guadalupe á Juan Diego.
4.— Quiero hacer constar que en virtud del superior y repetido precepto de V.S.I. falto á mi firme resolución de no escribir jamás una línea tocante á este asunto del cual he huido cuidadosamente en todos mis escritos. 5.— Presupongo desde luego que al hacerme V.S.I. su pregunta, me deja entera libertad para respondersegún mi conciencia, por no tratarse de un punto de fe: que si se tratara, ni V.S.I. me pediría parecer, ni yo podría darle. 6.— Las dudas acerca de la verdad del suceso de la Aparición, tal como se refiere, no nacieron de la disertación de D. Juan B. Muñoz: son bien antiguas y bastante generalizadas, á lo que parece. Prueban esto último las muchas apologías que ha sido necesario escribir, locual fuera excusado si el punto hubiera quedado esclarecido de tal modo desde el principio, que no dejara lugar á duda. En cuanto a la antigüedad de la desconfianza, puede V.S.I. ver entre los libros y papeles que le dió el Sr. Andrade una carta autógrafa del P. Francisco Javier Lazcano, de la Compañía de Jesús, fecha en México á 13 de abril de 1758 y dirigida á D. Francisco Antonio de Aldama yGuevara, residente entonces en Madrid. Contesta á una de éste, escrita el 10 de Mayo de 1757, en que se habla ya de la impugnación de un "desatinado fraile jerónimo, sobre lo cual pide más datos el P. Lazcano. La bula de la concesión del patronato es de 1754; de suerte que antes de los tres años conocida, ya hubo un religioso que de palabra ó por escrito no temiera impugnar lo que se dice aprobado enaquella bula. El Dr. Uribe, en los últimos años del siglo anterior, estimulado sin duda por el sermón del P. Mier, aunque no lo nombra, tuvo que salir a la defensa del milagro. La Memoria de Muñoz, escrita en 1794, permaneció sepultada en los archivos de la Real Academia de la Historia, hasta el año de 1817. 7.— Para añadir hoy una nueva apología á las varías que ya se han escrito, convendría...
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