Carta Juan Pablo II a Empresarios Mexicanos

La Iglesia no cesa de despertar la conciencia de sus hijos, de todos los hombres de buena voluntad y debe hacerse sentir con fuerza en América Latina, pues las profundas diferencias socialesexistentes están a la vista de todos y constituyen un gigantesco desafío a quienes tienen una relevante responsabilidad en el campo socio-económico.
México está todavía muy lejos del ideal de justicia. Losúltimos años han visto el creciente deterioro del poder adquisitivo del dinero; y fenómenos típicos de la organización de la economía. Lamentablemente, los más débiles son quienes sufren las peoresconsecuencias, viéndose encerrados en un círculo de pobreza creciente y el acaparamiento excesivo. La miseria genera esclavitud; ella misma es falta de libertad.
Es innegable que el endeudamientoexterno ha agravado aún más la situación, la cual es el resultado de sistemas y decisiones que vienen desde atrás; que están caracterizados por su extrema complejidad y que requieren un cuidadosoanálisis para tratar de detectar las causas y proponer nuevas estrategias capaces de garantizar una mejor calidad de vida para cada uno de los habitantes. El país, necesita la colaboración de todos y cada unode nosotros, dedicando lo mejor de su experiencia y de su capacitación profesional al servicio de una patria grande, justa y fraterna. Este un principio que se aplica igualmente a la comunidadinternacional.
El empobrecimiento progresivo compromete la dignidad y estabilidad del hombre, por eso, el futuro de libertad y dignidad de Latinoamérica requiere librar desde ahora una singular batalla:no por las armas, sino a través del ingenio y el trabajo de sus gentes.
Una de nuestras mayores responsabilidades ha de ser la creación de puestos de trabajo, en estrec
ha relación con la cuestióndel salario justo, un segundo aspecto del empresario se manifiesta en su responsabilidad ante la sociedad, que se ha de caracterizar por la apertura leal a las justas exigencias del bien común. Ello...