Carta sobre el Humanismo
Seminario de profesores de filosofía:
Las cuestiones metafísica, antropológica y ética
en el existencialismo de J.-P. Sartre y M. Heidegger
Martin Heidegger
Carta sobre el humanismo
Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte (Alianza Editorial, Madrid 2000)
La Carta sobre el humanismo tiene su origen en una carta dirigida a Jean Beaufret (París) enel año 1946. Revisada y aumentada para
su edición, fue publicada por primera vez en 1947 por la editorial Francke (Berna 1947) en forma de apéndice a la obra Platons
Lehre von der Wahrheit. Actualmente la obra, con el título Brief über den Humanismus, forma parte del volumen noveno
(Wegmarken, ed. F.-W. von Herrmann, Vittorio Klostermann, Frankfurt am Main 1976, pp. 313-364) de la edición delas obras
completas de Heidegger (Heidegger Gesamtausgabe).
Estamos muy lejos de pensar la esencia del actuar de modo suficientemente decisivo. Sólo se conoce el
actuar como la producción de un efecto, cuya realidad se estima en función de su utilidad. Pero la esencia del
actuar es el llevar a cabo. Llevar a cabo significa desplegar algo en la plenitud de su esencia, guiar hacia ella,producere. Por eso, en realidad sólo se puede llevar a cabo lo que ya es. Ahora bien, lo que ante todo «es» es
el ser. El pensar lleva a cabo la relación del ser con la esencia del hombre. No hace ni produce esta relación.
El pensar se limita a ofrecérsela al ser como aquello que a él mismo le ha sido dado por el ser. Este ofrecer
consiste en que en el pensar el ser llega al lenguaje. El lenguaje esla casa del ser. En su morada habita el
hombre. Los pensadores y poetas son los guardianes de esa morada. Su guarda consiste en llevar a cabo la
manifestación del ser, en la medida en que, mediante su decir, ellos la llevan al lenguaje y allí la custodian.
El pensar no se convierte en acción porque salga de él un efecto o porque pueda ser utilizado. El pensar sólo
actúa en la medida en quepiensa. Este actuar es, seguramente, el más simple, pero también el más elevado,
porque atañe a la relación del ser con el hombre. Pero todo obrar reside en el ser y se orienta a lo ente. Por
contra, el pensar se deja reclamar por el ser para decir la verdad del ser. El pensar lleva a cabo ese dejar.
Pensar es l'engagement par l'Étre pour l'Étre. No sé si lingüísticamente es posible decir esas doscosas
(«par» y «pour») en una sola, concretamente de la manera siguiente: penser, c'est l'engagement de l'Étre.
Aquí, la forma del genitivo, «de l'...» pretende expresar que el genitivo es al mismo tiempo subjetivo y
objetivo. Efectivamente, «sujeto» y «objeto» son títulos inadecuados de la metafísica, la cual se adueñó
desde tiempos muy tempranos de la interpretación del lenguaje bajo laforma de la «lógica» y la «gramática»
occidentales. Lo que se esconde en tal suceso es algo que hoy sólo podemos adivinar. Liberar al lenguaje de
la gramática para ganar un orden esencial más originario es algo reservado al pensar y poetizar. El pensar no
es sólo l’engagement dans l'action para y mediante lo ente, en el sentido de lo real de la situación presente.
El pensar es l'engagementmediante y para la verdad del ser. Su historia nunca es ya pasado, sino que está
siempre por venir. La historia del ser sostiene y determina toda condition et situation humaine. Para que
aprendamos a experimentar puramente la citada esencia del pensar, lo que equivale a llevarla a cabo, nos
tenemos que liberar de la interpretación técnica del pensar. Los inicios de esa interpretación se remontan aPlatón y Aristóteles. En ellos, el pensar mismo vale como una τέκνη, esto es, como el procedimiento de la
reflexión al servicio del hacer y fabricar. Pero aquí, la reflexión ya está vista desde la perspectiva de la
πραξις y la ποίησις. Por eso, tomado en sí mismo, el pensar no es «práctico». La caracterización del pensar
como θεωρία y la determinación del conocer como procedimiento «teórico»...
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