Carta a la tolerancia
2º) "Ninguna personaprivada tiene derecho alguno, en ningún caso, a perjudicar a otra persona en sus goces civiles porque sea de otra Iglesia o religión" (Pg. 18). La tolerancia no sólo debe ejercerla el magistrado, sinolas propias Iglesias entre sí, pues el poder civil no les corresponde. Sólo el poder civil puede coaccionar, pero tampoco puede hacerlo para obligar a seguir una religión determinada. Resultaintolerable, por tanto, quien procure emplear la fuerza para coaccionar en materia religiosa.
Quien debe decidir qué Iglesia es la verdadera es sólo Dios. No se puede saber cuál lo es, y aunque sesupiera, la verdadera Iglesia no tendría derecho a destruir a la otra. En esto, Locke propugna una amplia libertad religiosa: “Nadie, (...), ni las personas individuales ni las Iglesias, ni siquiera losEstados, tienen justos títulos para invadir los derechos civiles y las propiedades mundanas de los demás bajo el pretexto de la religión” (Pg. 22). Esto es porque “Ni la paz, ni la seguridad, ni siquierala amistad común, pueden establecerse o preservarse entre los hombres mientras prevalezca la opinión de que el dominio está fundado en la gracia y que la religión ha de ser propagada por la fuerza delas armas” (Pg. 23). Lo cual quiere decir que nunca habrá paz mientras no haya tolerancia. Éste es uno de los principales motivos esgrimidos por numerosos pensadores para pretender la universalizaciónde un espíritu de tolerancia que englobe diversos aspectos.
3º) La autoridad de los curas no puede ir más allá de lo estrictamente religioso: “La Iglesia en sí es una cosa absolutamente distinta...
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