Carta A Magdalea Krebs

Sra. Magdalena Krebbs, si bien pedagógicamente hablando los museos deben educar y explicar los procesos de lo ocurrido o más bien explicar a los visitantes "esto ocurrió porqueesto otro lo provocó", yo creo que antes de eso debemos hacernos la siguiente pregunta ¿Pueden estas muertes ser contextualizadas? Creo que la invitación a contextualizar labrutalidad de lo sucedido y el sufrimiento que ellos vivieron, nos estaría acercando a la misma mentalidad de quienes cometían estos tratos degradantes, poniendo una barrera quenos impide identificarnos con quienes experimentaron el dolor. En este sentido, la introducción de un “contexto” tendría precisamente el efecto contrario al que tiene laafirmación de los derechos humanos, negando el carácter universal e incondicionado de la protección que éste confiere, al tiempo que afecta su función de legitimación política. Por elcontrario, creo que el museo nos invita a empatizar con el dolor sufrido por cientos de chilenos durante el régimen militar y también a identificarnos con ellos, a la vez podremosevitar que nuevamente se produzcan experiencias tan traumáticas como aquellas de las que da cuenta su exposición. En este sentido, creo que el museo de la memoria no pretendeser un espacio que sirva de propaganda a una visión ideológica determinada, sino un lugar donde poder encontrar nuestra propia humanidad a partir del reconocimiento de la ajena,ejercerla en la empatía, recordando siempre que existen valores que son inviolables, como es la dignidad de toda persona y el respeto por su sufrimiento, recordando a lasvíctimas no porque fueran buenas, ni porque estuvieran en lo correcto o porque sus ideas fueran mejores, sino por su condición de víctimas. Sin necesidad de sujetarlo a un contexto.