Carta a mi maestra de Historia

Escribiendo desde este rinconcito, donde mi mano es impulsada por esas grandes enseñanzas de mi gran maestra.
Querida maestra:

Escribo estas líneas para expresar todo mi sentir, se haesforzadobastante para que este ser humano se convierta en un buen ciudadano y en un futuro sea un ejemplo a seguir.
Su apoyo ha sido incondicional, siempre ha estado ahí cuando lo he requerido, sinpedirnada a cambio, sus enseñanzas han sido de gran utilidad y me han servido para llegar a donde estoy ahora, cursando mi licenciatura en educación secundaria con especialidad en español.
Laconstrucciónde los cimientos de mis conocimientos en su labor como docente, inició cuando tenía cuatro años, y por lo tanto usted fue mi guía en mi segundo año en el jardín de niños; ese lapso queestuvocompartiendo más tiempo conmigo, fue necesario para tenerle más cariño y confianza, aunque también soportó mis travesuras como las que hace cualquier niño, en ese momento sé que sus regaños no fueronbienrecibidos de mi parte, ahora entiendo que los niños a esa edad hacen travesuras y si los regañan lo ven mal, con el paso de los años cambian su forma de pensar.
Platicando de los recuerdos que tienedecuando fue mi maestra en segundo año, dice que era uno de los alumnos que más participaba, pero que también era uno de los más traviesos, y sí tiene razón, porque recuerdo unas cuantas travesurasquehice.
Después de haber concluido el ciclo escolar siendo guía de mis conocimientos, me siguió brindando su apoyo; se interesó de cómo me iba en el año siguiente, al entrar a la primaria tambiénestuvoal pendiente de mí, me alentaba a que hiciera mis tareas y a que fuera una persona responsable, ya que este valor es muy importante en nuestra adquisición de aprendizajes.
Todos los días enlosprimeros años de la escuela primaria, me revisaba mis tareas y me ayudaba cuando lo requería, así mismo aclarando mis dudas ya que creo que le tenía más confianza a ella que a mis profesores...