Carta a Un Estudiante De Medicina
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Los buscadores de Internet permiten acceder al diagnóstico y al tratamiento de gran parte de las dolencias que nos afligen. Al teclear lossignos y síntomas se obtiene una aproximación que puede ser más cierta que la que nos ofrezca un médico de “carne y hueso”. ¿Sobramos, pues, los médicos? Intentaré demostrarte, querida alumna, que no, que los médicos seríamos necesarios incluso aunque la inteligencia artificial pudiera sobrepasar la prueba de Turing. Por cierto, entra en Internet y lee sobre Alan Turing, su vida y su “prueba”.Turing pereció en cierta forma por ser homosexual, en un periodo después de la Segunda Guerra Mundial en que los médicos definíamos la homosexualidad como enfermedad. Una muestra del abuso médico con sus graves consecuencias en las vidas de los pacientes y de las sociedades. La homosexualidad es todavía delito con pena de muerte en algunos países, es pecado en otros muchos, es enfermedad en varios y“desviación de la normalidad” en muchísimos. Los médicos no somos ajenos a estos disparates que hoy continúan por otros caminos; el sexo y la actividad sexual son fuente de ingresos para muchos proxenetas (lee, que te interesará, el libro de Ray Moynihan y Bárbara Mitzes “Sex, lies and pharmaceuticals. How drug companies plan to profit from female sexual dysfunction”). Creer en las tecnologías(Internet y otras) como solución al sufrimiento y al temor a la muerte es insensato. Las tecnologías sólo ayudan, desde el fonendo a la anestesia, desde las vacunas a la morfina, desde la mejor forma de organización a la mejora en la transmisión de conocimientos, desde la videoconferencia al blog/bitácora. Pero no hay solución al agobio de vivir, no hay respuesta científica al miedo a la muerte. Lareligión puede ofrecer vida eterna o transmigración, la medicina no. El dolor siempre nos
acompañará; el sufrimiento es parte de la vida. Decía el clásico “¿Murió? No; acabó, que cuando nació comenzó a morir”. Las tecnologías no pueden ofrecer ni la compasión, ni la empatía, ni la piedad que puede dar a manos llenas un médico científico y humano, el “sanador” que fuimos y debemos ser.Complejidad humana Tenemos un cerebro que no nos merecemos. Cuando lo estudies, querida alumna, no dejes de maravillarte de su complejidad. Sorpréndete, por ejemplo, con el estudio de la visión. Va desde la embriología a la anatomía del ojo y de los nervios ópticos (con su lugar protegido en el cráneo y cara) y a su función, con la retina como “extensión” del propio cerebro que se asoma al exterior y queya “interpreta” las radiaciones del espectro visible. No olvides que ni en la corteza visual ni en ninguna parte del cerebro hay una “pantalla” ni la representación de hologramas. ¡Y sin embargo vemos! Gobernar el cerebro humano es complejo. Quizá por ello las drogas son parte de todas las culturas. En las nuestras las drogas legales son muchas: cafeína, teína, nicotina, etanol, tranquilizantes,somníferos, ansiolíticos, codeína y otras. Sobrevivimos con ellas y con los ritos socialmente aceptables para su uso en común (bodas, fiestas, romerías, celebraciones, sobremesas, etc.) o en solitario (“no duermo, doctor, y esa píldora me ayuda a dormir; no es como los drogadictos, que lo quieren porque sí, es que la necesito, ¿sabe?”). Con todo, al final surgen los celos, la frustración, laangustia de vivir, la desazón, el arrepentimiento, los recuerdos desagradables, la envidia, la insatisfacción, la decepción y otros cien sentimientos que nos hacen infelices, incluso en medio de la opulencia de los países desarrollados. Nos movemos entre Eros y Tánatos, ambos relacionados con la noche, ambos lamentablemente asociados a lo obscuro. Pasamos del “caca, culo, pedo, pis” al “polla, coño,...
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