Carta

Carta abierta a doña Aminta Elena Granera Sacasa
Los nicaragüenses tenemos la peculiaridad –cuando nos conviene- de realizar interpretaciones antojadizas de las leyes. En estos últimos días así lohan hecho una serie de fatuos personajes que se han dada a la oficiosa tarea de desinformar a un sector de la ciudadanía nicaragüense sobre el tema de su permanencia en el cargo como Directora Generaly Primer Comisionada de la Policía Nacional.
Ustedes, como cuerpo armado de naturaleza civil, constitucionalmente, están obligados a ser obedientes y, sobre todo, a no ser deliberantes antesdecisiones que toman los superiores en materia administrativa. Consecuente con lo anterior, las decisiones que tome el Presidente de la República, independientemente del credo político que promulgue el primermandatario de la nación, es única la autoridad civil a la cual la Policía Nacional le debe inmediato sometimiento; en tanto en cuanto, todas las acciones que se tomen se hagan dentro del marco de lalegalidad.
Para poder comprender los aspectos legales y la decisión del Presidente de la República de nombrarla una vez más como Directora General y Primer Comisionada de la Policía Nacional esnecesario interpretar el artículo 88 de la Ley No. 228, Ley de la Policía Nacional, dentro del contexto histórico – político en el cual fue aprobada dicha legislación allá por el año 1996. Nicaragua vivíaun proceso de transición democrática que por esos años. Antes de la Ley No. 228 regía a la Policía Nacional el Decreto No. 45 – 92, Ley Orgánica de la Policía Nacional. Misma que limitaba a losDirectores Generales a únicamente cuatro años en el ejercicio de su cargo y de tres años por lo que hace a los Sub – Directores. Con el pasar del tiempo, el profesionalismo y las experiencias adquiridas enel día a día por los miembros de esa institución fue la premisa que el legislador tomo como base para extender el período en el ejercicio del cargo a la persona que asumiera el cargo de Director...