Carta

Carta a mi hijo

Otra vez.
La misma historia se repite.
para mí es recomenzar,
para ti, es irte por desiertos caminos,
por ignotas veredas, que te hacen
llevar acuestas,
un equipaje de nuevas ideas.

Y al verte partir,
con la marcada indecisión
reflejada en el mirar sombrío de tu pecho maltratado,
y reseco por el polvo del camino,
alescuchar los estertores de una conciencia tuya,
convertida en remolino,
no quiero hablar,
mi palabra está callada, para que tu escuches
el consejo, no en mi voz,
sino en elalma.

Cuando sientas estrechar su mano,
Y la otra recorra la venda
que cubre tu mirada,
cuando escuches tras de ti
los pasos, firmes hacia ti,
déjalos avanzar, no losesquives,
Vé resuelto.
Aunque voces extrañas te inviten al descanso
no claudiques, en la vida que inicias
no desmayes.

Que el pavoroso rugir de lo desconocido
no te acobarde,vé resuelto.
Encontraras densa niebla en el camino
que te impida ver la luz en tu mirada.
Descansa un poco, aprovecha esos instantes
en pensar con firmeza y decisión
adonde vas. Y ya repuesto,
ganarás más de lo menos que has perdido.

Ya estarás llegando a donde quieras ir,
sin fatiga, sin nostalgia,
satisfecho de haber sido
quien salvo laniebla de la vida,
quien con firmeza quitó a un lado
el guijarro, la maleza que obstruía el camino.

Para entonces, si quieres escuchar mi voz,
si quieres el consejoretenido,
¡mírate a ti, pregúntate a ti mismo,
porqué avanzaste sin camino,
porqué llegaste sin vereda. . .



Entonces, al encontrar en tácita respuesta
resueltos los misteriosya lejanos.
Tal vez percibas mi voz.
Tal vez en débil quejido moribundo
Escuches el consejo que te doy:

¡Hijo, ve por el mundo!


Florencio Carlos Díaz
Abril, 84