Cartas a un joven novelista
•II. El Catoblepas: Citando un personaje de la zoología fantasiosa, Vargas Llosa describe que el origen de la ficción en determinado autor viene correspondido por sus propias experiencias, situaciones o emociones que muchas veces no ha declarado a la luz, y se añejan en él. En esta carta trata de explicar el origen de lashistorias que cuentan las novelas, así como cual es la fuente de inspiración de un escritor a la hora de realizarlas. Pone un ejemplo un tanto divertido cuando se refiere al arte de transformar experiencias personales en historias, como si fuera un strip-tease invertido. El novelista no desnuda su alma en sus obras, al contrario, ya con su alma desnuda trata de vestirla de ficción a tal punto que ni elmismo autor es capaz de reconocer que el producto terminado es el resultado del juego de su imaginación para construir una historia basándose en todos aquellos sucesos que se hayan agazapados en su memoria. El autor se alimenta de sí mismo, como lo haría el fantástico Catoblepas. Vargas Llosa va más allá exponiendo en esta carta que el sentido de elección de un tema en un escritor, es casi nulo,prácticamente inexistente, y que más bien los temas son los que terminan eligiendo al autor (en sentido figurado, claro está), porque la vida coloca situaciones en un escritor que, o bien inspiran para plasmar fielmente la situación en la obra (disfrazándola obviamente) o bien son los motivos principales de inspiración que hacen que el escritor tenga fuerzas para seguir haciendo lo que mejor sabehacer.
•III. El poder de la persuasión: Una buena novela debe infundir en el lector la sensación de realidad así trate de temas fantásticos. El lector debe sumergirse tanto en la novela que viva las experiencias de los personajes y los considere tan reales, a tal punto que considere que fueran seres autónomos y no la pesada o torpe invención de un escritor. Ahí es donde entra la agudeza delescritor, la capacidad de mostrar en sus obras, no precisamente su lirismo o poesía superior, sino relatar historias de forma tal que lejos de verse por el lector como un artífice de una obra mecánica, verse más bien como un espectador más de esa vida ficticia que por la habilidad como fue contada parece tomar vida propia. El poder de persuasión en una novela tiene que hacer conmover al lector,...
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