CasadeMunecas
Casa de Muñecas
de Henrik Ibsen
dramaturgia: Ignacio Apolo
1
El regreso de la Sra. Kieler
La acción de Casa de muñecas transcurre en Navidad y sus hechos, como en cualquier
obra, son artificiales.
Pero imaginemos, en paralelo, un cuento navideño (Casa de muñecas, por supuesto, no lo
es), ya no basado en la obra de Ibsen sino en algunos datos de su biografía (los documenta Egil
Törnqvist en su libro Ibsen: A Doll‘s House, Cambridge University Press, 1995).
El argumento del cuento será del todo diferente al de la obra. Algunos todavía se preguntarán
con anhelo por el retorno de la Nora de Ibsen al hogar, que no sucede. Para cumplir con esa
ilusión, entonces, esta historia.
En 1870 Ibsen conoció, primero por correspondencia y luego personalmente, a Laura
Petersen, una joven hermosa y vivaz a quien él llamaba su —alondra“. Cuatro años más tarde,
Laura contrajo matrimonio y se convirtió en la Sra. Kieler.
Pero poco después, su marido enfermó gravemente. Los médicos le aconsejaron tomar
vacaciones en un clima cálido y Laura, para poder pagar el viaje sin preocupar a su esposo,
pidió un préstamo en secreto.
Con ese dinero, en 1876, el matrimonio pudo vivir en Suiza e Italia, y el Sr. Kieler se
recuperó. De regreso, pasaron por Munich, donde Laura visitó a Ibsen y le confió el secreto de
su deuda. Ibsen le aconsejó contarle todo a su esposo y pedirle ayuda para pagarla, pero Laura, temerosa de lo que él pudiera pensar, no lo hizo. Intentó, en cambio, posponer el pago.
Su intento fracasó. Finalmente, desesperada, falsificó un pagaré.
La falsificación fue descubierta. El banco se rehusó a pagar. Enterado de todo, el Sr.
Kieler, en ejercicio de sus prerrogativas como jefe de familia, encerró a su mujer en un asilo público, y reclamó la separación y la quita de la custodia de los hijos.
No obstante, Laura ansiaba deseperadamente volver a su hogar. Su alta del asilo, tiempo
después, sólo fue admitida bajo la estricta vigilancia de su esposo.
La Sra. Kieler retornó, tal vez en vísperas de Navidad.
Italia, 1879. Henrik Ibsen escribe Casa de muñecas. La obra se estrena el 21 de diciembre œvísperas de Navidadœ en
Copenhagen.
I. A. Buenos Aires, diciembre de 2000
2 Casa de Muñecas
Cristiania, Noruega. Navidad de 1879.
Primera parte
1. Nora, Helmer
(Nora abrazada sobre Helmer)
Nora: ¡No me retes, Torvald; estaba todo regalado! Le compré un trajecito a Ivar, una trompeta a
Bob, y
a Emmy una muñeca con cunita... Ah, y unos pañuelos divinos a las empleadas...
Helmer: ¿Y qué quiere para ella, mi nena derrochona?
Nora: Nada. Helmer: Vamos... Pensá algo que quieras mucho; pero que sea razonable.
Nora: Nada, en serio, aunque... Torvi...
Helmer: ¿Mmh?
Nora: (Jugueteando) Si vos deverdaddeverdad querés regalarme algo... pero en serio...
Helmer: Dale, decime.
Nora: (Rápido) Dame plata. Sí, Torvi, sí. Lo que creas que me podés dar; y yo me compro algo. Helmer: Igualita a tu padre: necesito plata, plata, plata todo el tiempo, y apenas la conseguís se te
acaba.
Nada te alcanza.
Nora: Ojalá hubiera heredado más las cualidades de papá.
Helmer: ¿Y así que mi chiquita piensa derrochar todo mi dinero?
Nora: Un poquito podemos, ¿no? Un poquito.
3
Helmer: A partir de año nuevo, Nora. Y no me pagan hasta que termine el primer trimestre.
Nora: Bueno, Torvi; mientras tanto pedimos prestado. Helmer: Pensamientos típicos de mujer. Te dije mil veces lo que pienso de eso. (La mira un
instante)
¿Mi pichoncito se puso triste? ¿Qué es esto? ¿Una trompita? (Saca plata)
Nora: ¡Plata!
Helmer: Uuhh... (Le da algunos billetes) Yo sé cuántas cosas se necesitan en casa para Navidad...
Nora: (Contando) Diez... treinta... cuarenta. Gracias, Torvi, gracias. Con esto tengo para rato. ...
Regístrate para leer el documento completo.