Caso 3

Auditoría de las industrias petroleras

Nancy Sherman era una estudiante sobresaliente. En su último año en la universidad tuvo la oportunidad de ir a trabajar varias veces a una de las ocho firmas más prestigiosas de contabilidad. Finalmente aceptó una buena oferta de una firma mas pequeña Seemore, Brown, Leonard y Fisk cuyas oficinas principales están en Houston. Nancy estaba impresionada porel trato amistoso de altos gerentes y el clima cálido y de apoyo mutuo dentro de la organización.
Durante su primer año de trabajo, Nancy pasó los exámenes para la licencia de Contador Público Autorizado y trabajó en la auditoria de diversas compañías pequeñas como miembro novel de un equipo de auditores. Le gustaba su trabajo y respetaba a sus compañeros. Nunca dudó de la ética o juicios de loscolegas de la firma o de los auditores con quienes trabajaba. El código de ética de su profesión parecía una adecuada guía de conducta y no surgió ninguna situación que le causara problemas de conciencia.
A mediados de su segundo año, la asignaron a un grupo que revisó los libros de la empresa Oil Enterprises Equipment Company, la que se dedicaba a la venta y reconstrucción de equipo para laindustria petrolera (principalmente para la perforación de pozos y bombeo del petróleo). Oil Enterprises había sido unos de los primeros clientes de la firma (desde 1954) siendo entonces un pequeño negocio, pero creció rápidamente. En 1971, se hizo pública para recaudar fondos para su expansión; y después del embargo árabe crudo, hizo una segunda emisión de acciones. En 1983 las ventas, muchas deellas al extranjero, excedían los $260millones. Las ganancias eran altas y la prosperidad continuaba, a pesar de los serios problemas en la industria.
El presidente y fundador de Oil Enterprises, William, O. Hasketts, era un ingeniero cuyo primordial interés se encontraba en los fines del negocio de reconstrucción de equipo. Poco después de fundarse la compañía, la responsabilidad de lasventas se asignó a Charles Arnold, quien más tarde fue el vicepresidente de ventas. Arnold supervisaba las ventas diarias y a menudo viajaba al exterior especialmente al Medio Oriente donde tenían lugar con frecuencia las ventas grandes.
Debido a los muchos viajes de ultramar, los gastos de ventas eran presuntamente altos. Un gasto en particular llamó la atención de Nancy: el pago a PierreLeBlanc, un consultor francés. La supervisora de Nancy y gerente de la auditoria, Helen Shipley, le explicó que LeBlanc trabajaba con la compañía desde hacía años por sus contactos e el Medio Oriente. Él había logrado ubicar equipo usado y encontrar mercado para equipo nuevo y reconstruido cuando todos en la compañía habían fracasado. Él era conocido personal de los miembros de las familias realesárabes y conocía las lenguas y costumbres de los países exportadores de petróleo del Medio Oriente.
A Nancy le preocupaba la falta de documentación sobre las actividades de LeBlanc y sus altos honorarios. No era ni un alto ejecutivo ni un representante de ventas a comisión, ni un asesor a tiempo completo. No obstante de la habían pagado $600,000 en el año fiscal.
Shipley no estaba preocupada porel caso. “LeBlanc es un experto consejero”. Explicó. “él hace contactos, le presenta a los representantes de venta a las personas indicadas, y provee información. Pasa su cuenta a la compañía y ellos le pagan sin hacerle preguntas porque creen que se o merece. ¿Cuál es el problema?
Nancy Sherman no estaba satisfecha. Tanta publicidad sobro sobornos a empresas extranjeras y líderesgubernamentales sugerían muchas posibilidades de cómo el dinero podía haber sido utilizado. Ignorando los consejos de Shipley, Nancy le preguntó a Charles Arnold, vicepresidente de ventas. Arnold reaccionó evasivo e irritado, definitivamente no quería hablar del asunto. Sólo replicó: “LeBlanc es un experto consejero caro, pero consigue resultados. Merece lo que le pagamos y más. Hemos contratado a otro...