Caso aristegui
El cese fulminante de la comunicadora de su noticiario radiofónico fue consecuencia del desaguisado protagonizado en la Cámara de Diputados por parte de algunos legisladores pertenecientes alPartido del Trabajo, quienes apenas iniciada la sesión desplegaron una manta en la que se aludía al titular del Poder Ejecutivo y su presunta adicción. Esta acción escandalosa -fuera de lugar y condenable para muchos- fue cubierta por la periodista Aristegui en el programa radial y el motivo para que sus patrones radiofónicos decidieran retirarla de ese espacio noticioso.
El despido de Aristegui esuna mala señal de regresión a los no tan viejos tiempos en los que la censura de los contenidos que resultaban incómodos para la clase política, era acordada por los voceros del gobernante y los dueños de medios, quienes de buenas o de malas acataban la disposición de no tocar ni con el pétalo de un comentario adverso a los detentadores del poder.
La reacción de la empresa resulta desmesuradaporque la nota que tanta molestia ha causado, no la generó la periodista sino los diputados que decidieron -ellos sí sin tomar parecer ni a sus correligionarios, ni a sus liderazgos- desplegar la manta que causaba la irritación, la molestia. Como les consta a quienes escucharon el noticiero, lo que Carmen Aristegui hizo fue referirse a la noticia y en relación con la misma preguntar si había o noproblemas de alcoholismo que afectaran al presidente, y en ese contexto señalar que “debería realmente la propia Presidencia de la República dar una respuesta clara, nítida, formal al respecto. Si es el caso, si efectivamente hay elementos firmes que hagan presumir, efectivamente un problema de alcoholismo de Felipe Calderón, tendrá que ser tratado con la seriedad del caso”.
No se encuentra enlas palabras de la periodista nada de lo señalado por la empresa radiofónica como “transgresor de su código de ética”, puesto que nunca aquélla aseveró que fueran verdades las frases alusivas al Ejecutivo en la manta; parece ser que lo que habría causado tanta molestia, sería el exhorto de la comunicadora a que la propia Presidencia respondiera a las alusiones.
A propósito de las referenciasque la empresa radiodifusora señala como transgresiones a su código de ética, valdría la pena que la misma hiciera del conocimiento público ¿cuál código de ética es el que Aristegui violó con sus comentarios? Es decir ¿después de años en que los propios medios se han negado a establecer algunos parámetros de autorregulación en contenidos y conductas, por fin hay una empresa -MVS Radio- que tomandoal toro por los cuernos decidió emitir sus propias normas de regulación de sus actuaciones?
¿Dónde están tales códigos de ética? Porque de lo publicado por algunos periodistas en relación al tema, ha quedado en evidencia la existencia de dichos códigos, ya que al solicitárselos a la empresa, sus voceros les han dado largas para mostrárselos, y aunque ciertamente es una empresa privada y como tal-podrían argumentar sus directivos- no tiene como lo tendría una pública la obligación de entregarlo a quien lo solicite, empero también hay que recordarles que detentan una concesión otorgada por el Estado y por lo mismo de carácter público, además de que sería una muestra de seriedad y congruencia, exponer a la luz pública esos importantísimos documentos cuya transgresión ha motivado tan...
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