Caso De Cage
Desazón en Vermont
Phineas P. Gage
erano de 1848. Estamos en Nueva Inglaterra. Phineas P. Gage, de veinticinco años de edad, capataz de
construcción, está a punto de pasar de la riqueza a la pobreza. Siglo y medio después, su caída seguirá teniendo
mucho significado.
Gage trabaja para el Ferrocarril Rutland & Burlington y está a cargo de un numeroso grupo de hombres, una«cuadrilla», como se la llama, cuyo trabajo es tender la nueva línea férrea para la expan-sión del ferrocarril a través
de Vermont. Durante las dos últimas se-manas, los hombres se han abierto paso lentamente hacia el pueblo de
Cavendish; ahora se encuentran en una orilla del río Black. Su tarea es cualquier cosa menos fácil. El terreno es
accidentado en todas direcciones y está lleno de roca dura yestratificada. En lugar de hacer que la vía férrea gire y
rodee cada escarpa, la estrategia es hacer volar la roca aquí y allá para abrir camino para una ruta más directa y
nivelada. Gage supervisa todas estas tareas y está perfec-tamente capacitado para encargarse de ellas. Mide un metro
y se-senta y cinco centímetros de alto, es atlético y sus movimientos son veloces y precisos. Parece unjoven Jimmy
Cagney, un dandi Yankee Doodle que bailara su zapateado sobre traviesas y raíles, movién-dose con vigor y gracia.
Sin embargo, a los ojos de sus jefes, Gage es algo más que otro cuerpo fuerte y sano. Dicen que es el hombre
«más eficiente y ca-paz» a su servicio. Esto es bueno, porque el trabajo exige tanto bravura física como
concentración perspicaz, especialmente cuan-do se trata depreparar las detonaciones o barrenos. Han de seguir-se
varios pasos, de manera ordenada. En primer lugar, ha de perfo-rarse un agujero en la roca. Después de rellenarlo
hasta aproxima-damente la mitad con pólvora explosiva, ha de insertarse una me-cha y la pólvora ha de cubrirse con
arena. Después, la arena ha de «atacarse», o apisonarse, con una cuidadosa secuencia de golpes realizadosmediante
una vara de hierro. Finalmente, debe encen-derse la mecha. Si todo va bien, la pólvora explotará en el interior de la
roca; la arena es esencial, porque sin su protección la explo-sión tendría lugar hacia la parte externa de la roca.
También son importantes la forma del hierro y la manera como se maneja. Gage, que se ha hecho preparar un hierro
según sus especificaciones, es un virtuoso deltema.
Veamos ahora qué es lo que va a ocurrir. Son las cuatro y media de esta calurosa tarde. Gage acaba de poner
pólvora y mecha en un agujero y le dice al hombre que lo ayuda que lo cubra con arena. Alguien lo llama desde atrás
y Gage aparta la vista del barreno para mirar por encima de su hombro derecho sólo durante un ins-tante. Distraído, y
antes de que su ayudante haya introducido laarena, Gage empieza a atacar directamente la pólvora con la barra de
hierro. En un instante provoca chispas en la roca y la carga le ex-plota en la cara.
La explosión es tan brutal que toda la cuadrilla queda inmóvil, paralizada. Pasan algunos segundos antes de que se
den cuenta de lo que ha ocurrido. La detonación no es la usual, y la roca está in-tacta. También es insólito el sonido
sibilante,como si se tratara de un cohete lanzado hacia el cielo. Pero se trata de algo más que fue-gos artificiales. Es
asalto y agresión. El hierro penetra por la meji-lla izquierda de Gage, perfora la base del cráneo, atraviesa la parte
frontal del mismo y sale a gran velocidad a través de la parte supe-rior de la cabeza. La barra aterriza a más de treinta
metros de dis-tancia cubierta de sangre ysesos. Phineas Gage ha sido lanzado a tierra. Está aturdido, en medio de la
luminosidad de la tarde, si-lencioso pero despierto. Lo mismo nos ocurre a todos nosotros, silenciosos espectadores.
«Horrible accidente» será el titular, fácil de predecir, del Daily Courier y del Daily Journal, de Boston, del 20 de
septiembre, una semana más tarde. «Prodigioso accidente», rezará el extraño titular del...
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