Caso de estudio
JORGE FUENTES
Evo Morales: «Nosotros somos gobierno, no somos poder, lo que sí estamos tratando de construir el poder del pueblo»
l 21 de septiembre de 2007 me encontré por primera vez con Evo Morales. Llevaba varios días en La Paz y comenzaba a organizar, mientras llegaba el fotógrafo, un documental1 sobre el Presidente. Mientras tanto me ocupaba también en un curso de cine conla escuela que hay allí y que tiene entre sus alumnos a muchos indígenas procedentes de El Alto, la ciudad heroica de los cerros, uno de los lugares donde se desató con más fuerza la llamada Guerra del Gas de octubre de 2003. Recibí una llamada de nuestro embajador, Rafael Dausá, en la cual me dijo que el Presidente nos recibiría. La hora de la entrevista: las cinco de la mañana. Yo nunca estoydespierto a esa hora, ni el fotógrafo, Justo Fuentes, quien ya había llegado y también estaba invitado. Decidimos conversar algunas cosas y no dormir. A las cuatro salimos de la casa de Gustavo Portocarrero, amigo y sonidista boliviano que iba a trabajar en la película, con quien habíamos estado cambiando impresiones y prediciendo el encuentro. Llegamos al Palacio Quemado en un taxi a las cuatro yveinticinco, los guardias del Regimiento Colorado, como de costumbre, no se movieron de sus puestos, pero un civil de
1 Volveré y seré millones, Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), 2008.
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Revista Casa de las Américas No. 253 octubre-diciembre/2008 pp. 114-126
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traje, cuello y corbata, y audífono en la oreja, nos cortó el paso. Entramos a un pequeñosalón donde una delegación extranjera esperaba al Presidente que ya estaba celebrando una reunión con otra. A las cinco en punto pasamos por el control de seguridad, contiguo al salón, subimos la ancha escalera del Palacio. En la antigua sala del primer piso nos sentamos en unas butacas y vimos entrar a nuestro embajador que nos esperaba. Nos sirvieron café, aunque también había mate o té, pero nopudimos tomarlo porque entró el Presidente. Nos dio la mano con una sonrisa y me di cuenta de que era alto y no pequeño y gordito como a veces parecía en las fotos y reportajes de televisión. Le expliqué la película hasta donde yo estaba claro en ese momento, sobre todo el punto de vista que era lo que yo suponía que más le interesaba. Aunque el conflicto con la derecha había creado una situación muytensa con los delegados a la Asamblea Constituyente, quienes habían tenido que salir de Sucre después de varios atentados violentos, no lo vi preocupado, bromeó todo el tiempo. Esa es la primera impresión que da Evo, la de una seguridad muy grande en sí mismo, en los destinos de Bolivia y en la participación del pueblo en los momentos decisivos. Se nota que no se siente cómodo en Palacio Quemado ylo ha dicho muchas veces; prefiere, como luego pudimos constatar, andar por los caminos que lo vieron organizar bloqueos y marchas de los pueblos y campesinos indígenas. Con Evo no hay protocolo, pasa directamente a discutir el asunto, a la conversación franca, plena, y apela constantemente al humor acompañado de la sonrisa amplia. No pretende demostrar sabiduría y es muy sabio. Sabe escuchar ysus ojos demuestran cuándo está interesado. Le dije que quería tratar los problemas que vinieron después del triunfo desde su perspectiva y la de su base social, los indígenas que son más de las dos terceras partes de la población, y ya nos entendimos. Le pedí una entrevista y me dijo que contara con ella en cuanto pudiera. Por último nos tomamos una foto que después de posar muchas veces nuncasalió. A los pocos días y en pleno proceso de preproducción fuimos invitados a viajar con él. Le habíamos informado de nuestro programa y de que teníamos va-
rios días de preparación antes del primer rodaje, pero una cosa es el plan y otra la vida, comenzamos. Viajamos mucho siguiendo su agenda impredecible, en avión, helicóptero, auto y a pie. Comiendo donde llegaba la hora y muchas veces...
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