Caso publicidad engañosa

En el primer caso, un usuario de la compañía de móviles Orange recibió, en 2006, facturas por valor de casi 20.000 euros en llamadas y mensajes internacionales que no se habían producido. Dichaempresa le exigió durante meses que pagara, sin prestar atención a las reclamaciones del consumidor, el cual argumentaba que muchas conversaciones y mensajes aparecían en los recibos como si se hubieranrealizado simultáneamente, y que no había salido de España en ese tiempo. Tras varias reclamaciones, el usuario acudió a la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), la cual ha logrado, en mayo de2007, que Orange anule las facturas irregulares, y restaure el servicio telefónico que había suspendido al titular por impago.
En esta situación se ha vulnerado el derecho a la protección de losintereses económicos, ya que la empresa debe fijar un precio justo y no debe abusar de su ventaja frente al consumidor. En este caso, le ha repercutido al usuario un gasto que no es real, le ha exigido elpago de dichas facturas, y le ha suspendido el servicio por no abonarlas.
Por supuesto, en las condiciones del contrato no se estipula que se vayan a cobrar llamadas y mensajes no realizados, demodo que el consumidor no ha incumplido su deber, y por ello ejerce su derecho como tal para exigir un precio justo y que se anulen las facturas, las cuales debe conservar como prueba del error.
Elproblema se resuelve cuando el usuario acude a una asociación de consumidores, la FACUA, y se consigue que Orange deje de exigirle el pago de los casi 20.000 euros. Por una parte, el consumidor actúacorrectamente, al defender sus derechos para no tener que pagar por unos servicios que no ha utilizado, mientras que la compañía no atiende las reclamaciones y sigue exigiéndole el importe, hasta que laFACUA toma cartas en el asunto.
La misma FACUA informa de una encuesta nacional sobre la calidad de las compañías de telefonía móvil, según la cual el 59% de las reclamaciones que plantean los...