Caso Siekavizza
La familia de Cristina Siekavizza y la Fundación Sobrevivientes advierten de una estrategia de defensa en la publicación donde Roberto Barreda Valenzuela pide a su hijo, Roberto Barreda de León —esposo de Cristina Siekavizza, presuntamente muerta y desaparecida a manos de este—, que se presente a la justicia, junto a sus hijos.
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la familia Siekavizza recibe el punto resolutivo donde el Congreso condena la desaparición de Cristina, así como la violencia contra las mujeres.
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POR S. VALDEZ, R. GONZáLEZ, P. HERRERA, Y H. ALVARADO
Susana Siekavizza, hermana de la víctima, dijo: “Me imagino que él sabe dónde está su hijo, y el campo pagado solo es una táctica”.
Norma Cruz, directora deSobrevivientes, señaló: “Se tienen grabaciones, videos, documentos y testimonios que establecen que los Barreda tenían conocimiento de lo sucedido —con Cristina—, y hubo participación activa de ellos para encubrir los hechos”.
Cruz opina que Barreda trata de salir al paso a ciertas pruebas que deberían llevar a su captura.
En el campo pagado, Barreda Valenzuela afirma: “Ignoramos el paradero de lafamilia Barreda Siekavizza”.
Enfatiza su “comportamiento social intachable” y el de su esposa —Beatriz de León, quien está presa—.
Recursos
Fiscales contra el Crimen Organizado dijeron que investigarán de dónde obtuvieron los recursos para la publicación, ya que Barreda Valenzuela tiene embargadas sus cuentas.
El juez Wálter Villatoro señaló que si Barreda se entrega, las condiciones legales de su madrepodrían variar. “Podría existir un criterio de oportunidad o cambiar la forma en que está procesada, pero dependerá de la petición del Ministerio Público (MP)”, informó.
Opinión
ALEPH
Patrimonio masculino
Es demasiado aburrido, dice la canción, seguir y seguir la huella. Es demasiado aburrido, dice la mitad de la humanidad, que generación tras generación, la violencia contra lasmujeres siga siendo una práctica social ejercida en el marco de la más absoluta impunidad.
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CAROLINA ESCOBAR SARTI
Es demasiado aburrido que, encima de todo, sean las mujeres abusadas las estigmatizadas, al punto de sentirse culpables por creer haber provocado esa situación o por no proteger adecuadamente al criminal de ese “orden” social tan tolerado que las agredió.
Es demasiadoaburrido para quienes cotidianamente lidiamos con esta perversidad, darnos cuenta que un hombre viejo aún vive en la misma casa donde violó a su propia hija, embarazó a su nieta, y ultrajó a su pequeña bisnieta, que al mismo tiempo es su hija. Y esto no es un cuento de terror, sino una de tantas historias reales de una herencia maldita que reproduce por generaciones la violencia de género entre losquietos y silenciosos muros de las casas. Es demasiado aburrido ese silencio social cómplice que hace invisibles los golpes, las quemaduras, los insultos, las violaciones y los traumas, pero además los legitima y justifica tácitamente. Además, es un mito que la violencia contra las mujeres se produce sólo en contextos de pobreza; según la ONU, la violencia contra las mujeres es una plaga en paísesricos y pobres, y afecta a una de cada tres en el mundo.
Pero lo más aburrido es tener que aguantar la condición de víctimas. Las mujeres no pidieron ser víctimas y no quieren seguirlo siendo. Una cosa es que muchas se acostumbraran por siglos a esa condición de dependencia y victimización desde donde se internaliza la opresión y se pierde toda la posibilidad de ser sujetas que deciden por símismas, al punto de terminar protegiendo a sus verdugos. Otra muy distinta es tener que aguantar porque el sistema genera una serie de mecanismos que sostienen este andamiaje y ofrece pocas salidas. Y como lo más aburrido es la condición de víctimas, lo mejor sería, cada vez más, poner los ojos en los victimarios, que no son otra cosa que criminales. Ellas no sólo han sido víctimas, sino las que...
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