caso yale express

Lectura Final

CASO YALE EXPRESS - RICHARD J. WHALEN

En el relato convencional de los fraudes mercantiles, por lo regular sale a colación que quien se encuentra adentro, se ha llenado los bolsillos practicando el engaño sobre los que están afuera como lo atestiguan los famosos casos de Mackesson & Robbins con su inventario fantasma, Billy Sol Estes con sus inquietos tanques deamoniaco y De Angelis con su aceite invisible para ensaladas. Pero existe una clase mas rara de mentira, en la que quienes están dentro son esencialmente autoengañados y se tornan en sus propias víctimas principales. Estos es lo que Parece haber ocurrido en Yale Express System, cuya historia amerita ocupar un lugar prominente entre las desventuras clásicas de los negocios norteamericanos.

A fines de1.964, Yale, un camionero con base en Nueva York y despachador de carga, reporto ganancias netas en nueve meses de US$904.000, cifra un tanto frustrante para los acreedores y accionistas, puesto que indicaba que Yale, después de año y medio, todavía no estaba logrando la prometida alta recuperación de capital, como resultado de su ambiciosa adquisición de la Republic Carloading y Distributin Co.importante despachador de carga, o de doble tamaño que su empresa matriz. Pero la cifra se acepto rutinariamente como cosa dada por hecho por algunos observadores que podían, y en verdad debían, haberse tomado la molestia de ver lo que había detrás. De haberlo hecho, hubieran encontrado, que la “utilidad” era pura ficción y que Yale se encontraba fuera de control y se dirigía irremediablemente ala bancarrota.

Desgraciadamente, ninguna persona externa, con excepción de los auditores Peat Marwick Mitchell y Co. que desempeñaron un papel central, aunque ambiguo y embarazoso en el drama, se preocupo por ver mas minuciosamente lo que ocurría dentro de Yale, hasta que ya fue muy tarde. La apurada situación de Yale vino a revelarse a principios de marzo anterior, cuando la compañíaanuncio que sus informes intermedios sobre utilidades durante el año precedente, eran incorrectas “a la luz de errores descubiertos en las cuentas de 1.964”. En vez de la utilidad que se anticipaba al final del año, y que los prestamistas principales habían sido informados en forma privada que ascendería a US$1.800.000, Yale anuncio que sufriría una perdida estimada en US$3.300.000. Esto en verdad fuesolo el primer colapso. Enseguida vino la asombrosa revelación de que la utilidad de US$1.140.000. que mostraba el estado financiero de 1.963, auditado, también estaba incorrecta. La cifra se había corregido y ahora representaba una perdida estimada de US$1.200.000. (que posteriormente se modifico a US$1.880.000.) solo un ligero esbozo de lo que había ocurrido estaba contenido en el anunciohecho por Yale en marzo. Además de citar “errores” contables, la compañía dijo que las cuentas de 1.964 incluían pagos sustanciales a los ferrocarriles por carga movida en 1.963, “la responsabilidad por lo cual no se registro en cuentas de 1.963, debido a que la evidencia documental en respaldo de estos pagos fue ocultada al auditor publico”. A pesar de esta insinuación de fraude, la compañíacontinuaba declarando que había hallado evidencia de “ganancia personal directa” por parte de ninguno de los directores, funcionarios o empleados. Aparentemente, tampoco se puede responsabilizar a alguien desde entonces, aunque todo un ejercito de abogados y contadores ha venido investigando el asunto a fondo.

Para una compañía joven y de tamaño medio, Yale había adquirido un impresionantedespliegue de respaldos y padrinos financieros, que ahora se veían severamente embarazados. A la vanguardia de los bancos acreedores, se encontraba el First National City, que tenia pendientes de pago empréstitos por US$10 millones de dólares; sin embargo, su responsabilidad como banco principal era solo de US$6 millones, debido a que Marine Midland participaba en un 40% de los prestamos a Yale....