Casos

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUADALAJARA.

Ética Nicomaquea y Política

Ana Celina González Lizarraga.

2221674

Grupo: LMRC-2010

ANTROPOLOGIA FILOSOFICA.

Profesor: J. REFUGIO DURÁN MUÑOZ.

Fecha de Entrega: 07/Agosto/2012.


























Libro I
Del bien humano en general.
I
El bien es el fin de todas las acciones del hombre.
Todo arte y todainvestigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a algún bien.
Siendo como son en gran número las acciones y las artes y ciencias, muchos serán de consiguiente los fines. Así, el fin de la medicina es la slaud; el de la construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria, y el de la ciencia económica, la riqueza.

II
Existe un fin de nuestros actosqueriso por sí mismo, y los demás por él. Ese fin último será entonces no sólo el bien, sino el bien soberano.
El bien de que hablamos es de la competencia de la ciencia soberana y más que todas arquitectónica, la cual es, con evidenic, la ciencia política. Ella determina cuáles son las ciencias necesarias en las ciudades, y cuáles las que cada ciudadano debe aprender y hasta dónde.

III
Lo bueno ylo justo, de cuya consideración se ocupa la ciencia política, ofrecen tanta diversidad y tanta incertidumbre que ha llegado a pensarse que sólo existen por convención y no por naturaleza.
Cada cual juzga acertadamente de lo que conoce, y de estas cosas es buen juez. Juzgar en conjunto sólo puede hacerlo quien posea una cultura general.

IV
Todo conocimiento y toda elección apuntan a algúnbien.
Lo incuestionable es que es preciso comenzar partiendo de lo ya conocido. Pero lo conocido o conocible tiene un doble sentido: con relación a nosotros unas cosas, en tanto que otras absolutamente; y siendo así, habrá que comenzar tal vez por lo más conocible relativamente a nosotros.

V
No sin razón el bien y la felicidad son concebidos por lo común a imagen del género de vida que a cadacual le es propio. La multitud y los más vulgares ponen el bien supremo en el placer, y por esto aman la vida voluptuosa.
Tres son, con efecto, los tipos más salientes de vida, a saber: el que queda dicho, la vida política, y en tercer lugar la vida contemplativa.

VI
El bien se predica tanto de la sustancia como de la cualidad y de la relación.
El bien se toma en tantos sentidos como el ente,puesto que se predica de la sustancia, como Dios y la inteligencia; y de la cualidad, como las virtudes; y de la cantidad, como la medida; y de la relación, como lo útil; y del tiempo, como la ocasión; y del lugar, como el domicilio conveniente, y de otras semejantes.

VII
Puesto que los fines parecen ser múltiples, y que de entre ellos elegimos algunos por causa de otros, como la riqueza, lasflautas, y en general los instrumentos, es por ellos evidente que no todos los fines son fines finales; pero el bien supremo deber ser evidentemente algo final.
Por tanto, si hay un solo fin final, éste será el bien, que buscamos; y si muchos, el más final de entre ellos.

VIII
Ahora bien, los bienes han sido distribuidos en tres clases: los llamados exteriores, los del alma y los del cuerpo, yde éstos a los del alma solemos llamar bienes con máxima propiedad y plenamente.
La felicidad es lo mejor y lo más bello y lo más delicioso, y no hay por qué separar entre sí estos atributos.

IX
De lo cual se suscita la cuestión de si la felicidad es cosa de aprendizaje o de costumbre o resultado de algún otro ejercicio, o bien si nos viene por algún hado divino o por la fortuna. Y a laverdad, si hay algún regalo de los dioses a los hombres, con razón se tendrá la felicidad como don divino, y tanto más cuanto que es el más excelente de los bienes humanos.

X
Sólo entonces podemos declarar feliz a un hombre con seguridad cuando está exento ya de los males y reveses de la fortuna.
Diremos que son felices los vivientes aquellos a quienes se apliquen o puedan aplicarse los...